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Celotipia e inseguridad: hábitos nada saludables
“A veces soy celoso y a veces no”; “Todos somos a veces un poco envidiosos. Los celos suelen ser más en temas de pareja”; “Sí soy celosa, más con la pareja”;
“Creo que en su justa medida, como todas las cosas, los celos pueden estar bien”; “Puedo ser celoso con mi pareja, pero no en el mal sentido, puedo serlo cuando por ejemplo tengo inseguridad”.
EFEsalud, ha salido a la calle para preguntar a la gente por los celos, la envidia, y si hay medida adecuada que sea saludable.
El colaborador de este espacio radiofónico, Sergio García explica qué es la celotipia, los celos constitutivos, cómo diferenciarlos de la envidia y qué podemos hacer cuando condicionan nuestra vida y la de nuestra pareja.
“Es un trastorno en el cual los celos jerarquizan tu vida y son lo más importante de ella”, señala el psicólogo, añadiendo que si eso sucede, comenzamos a “tener imaginaciones excesivas, obsesiones” pensando por ejemplo que “mi mujer me engaña o mi marido está con otra”, algo que de alguna manera se convierte en protagonista del día a día.
Porque “todos somos algo celosos, y apuntaba muy bien una persona al decir que los celos en ocasiones, si son ligeros, si son muy pequeñitos, son constitutivos, forman parte de nuestra vida”, eso sí, hay que diferenciar “entre celos y envidia”.
Por ejemplo, en el terreno de los niños, cuando nace un hermano nuevo, el niño que estaba solo con los padres, “tiene que resituarse, tiene unos pequeños celos que le van a venir bien”, celos constitutivos. Sin embargo, explica el psicólogo, “si eso se da de una manera constante ahí estaríamos hablando de un problema, y si quiere hacer daño a su hermanito tendríamos que hablar de envidia”, indica.
La inseguridad, un arma peligrosa
La inseguridad es una de las causas de unos celos que pueden condicionar la relación y hacer sufrir a la otra persona. La peligrosa necesidad de doblegar al otro. “Cuando yo soy inseguro lo que estoy haciendo es paliar ese sentimiento que tengo” por la vía de los celos, un sentimiento “que de alguna manera hace que me sienta excluido y que en el fondo tiene que ver con que me siento rechazado, no me siento importante, y de repente quiero doblegar a la otra persona teniendo gestos y situaciones que hacen que la relación vaya a peor”, señala el experto.
“Una cosa es que yo controle los celos y otra que los celos me controlen a mí”, añade el especialista. Para ponerle solución, “hay que pensar por qué nos sentimos excluidos, por qué pensamos que no somos importantes y cómo es posible que de pronto haya un sentimiento que no podemos dirigir”.
¿Cómo hacerlo? Debemos salir de nosotros mismos, vernos desde arriba, para poder “reconfigurar la mente” y alcanzar una vida mucho más tranquila y saludable.