Celebrando la (otra) Navidad

Usted está aquí

Celebrando la (otra) Navidad

Ahora sí que nos merecemos el cataclismo que se nos venga, pero mire, pasa que es puro miedo por desinformación

Hace unos dos mil 200 años, un prodigio de cerebro llamado Eratóstenes, pudo no sólo demostrar la redondez de la Tierra, sino también calcular su circunferencia con una precisión más que notable.

Valiéndose sólo de la observación y de las matemáticas, Eratóstenes estableció una sólida verdad 22 siglos antes de la primera imagen satelital.

Por ello resulta aún más sorprendente que hoy en día, contando con tecnología y telecomunicaciones que el pensador griego ni siquiera se imaginó, exista un serio movimiento de terraplanistas, es decir, gente realmente convencida de que la Tierra no es una circunferencia, sino que es una superficie plana y de que existe un complot mundial para encubrir este hecho, en el que estarían involucrados gobiernos, aerolíneas y todos los ingenieros y topógrafos del mundo.

¿Es ridículo verdad? Pero es lamentablemente real. Existen incluso celebridades que apoyan esta “noción” que ni siquiera amerita ser llamada idea o teoría.

Millie Bobby Brown, estrella de “Stranger Things” (eso es lo que pasa cuando sacas a una chamaca de la escuela para ponerla a actuar en series chafas); Shaquille O’Neal y Kyrie Irving, estrellas basquetbolistas (que no se diga que sólo el futbol mexicano es semillero de iletrados), un montón de raperos (cosa que a nadie le debe de extrañar) y por supuesto, Kanye West. 

Pasa que estas bestezuelas y miles más en calidad de anónimas, sólo le hacen caso a sus sentidos y como la curvatura de la Tierra no es aparente, ergo, ¡debe ser plana como tlayuda!

“Yo conduzco de costa a costa, de Florida a California todo el tiempo, y la Tierra es jodidamente plana para mí”, dice O’Neal. Haría algunos chistes sobre su intelecto pero luego dirían que el comentario es racista.

Eratóstenes debe estar retorciéndose en su urna o quizás sonriente de que nos esté cargando la pandemia, pero aun así perplejo de que, con todas las herramientas con las que al día de hoy contamos y de las que podríamos echar mano, exista ignorancia a esta escala y de esta magnitud,

Tan fácil que sería repetir su experimento (medir sombras, distancias, realizar algunas multiplicaciones). ¡Pero no! Debe ser una conspiración en la que están involucradas cientos de miles de personas.

Ya hemos comentado que, pese a vivir en la era de la información, estamos inmersos en un océano de ignorancia y estupidez, porque el hecho de que la información abunde no significa que sea fidedigna, ni siquiera remotamente cierta. Sólo debe presentarse con la suficiente convicción y autoridad para que, solito, un segmento compre cualquier embuste.

A veces ni siquiera se necesita una intención maliciosa para que muchos incautos caigan en el engaño. ¡Cuántas veces no hemos visto algún tío, tía o tíe dando y compartiendo como cierta alguna nota de El Deforma!

“¡Ya viste, pendeja: Juanga no está muerto!”.

Como ya hemos comentado antes también, basta con que a uno le pique la curiosidad sobre algún dato inexacto y haga una búsqueda, para que el algoritmo con que trabajan las plataformas y redes sociales nos empiece a bombardear con más y más contenidos en la misma línea.

El peligro ya ni siquiera es ese, sino que luego de ver un par de “documentales” y después de unas cuantas lecturas de muy dudosa calidad y pobre rigor, cualquiera se siente experto en cualesquier materia: Física, astronomía, y por supuesto, ciencias de la salud. No importa que sean carreras que demandan años de estudio. Luego de un par de videos de YouTube, uno se habla de tú con Neil DeGrasse Tyson. ¡Pendejos y empoderados!

Yo, como el buen “Tóstenes”, que nos mira dese la bóveda celeste, no quepo en mi pinxhe asombro de ver cómo, después de un duro año de plañir e implorar al cielo por un milagro, de rogar por una solución que ponga fin a la pandemia, resulta que ahora que la tenemos a la vuelta del año, que casi la podemos tocar, que casi la podemos oler (pero no nos deja el covid), ahora que diferentes vacunas están siendo probadas y aplicadas alrededor de todo el mundo, resulta que un considerable segmento de la población se niega a aplicársela porque, según su criterio y soberano entender, no la consideran segura. 

¡Qué!

Que si porque estuvo muy pronto, que si porque es rusa, que si porque es china, que si porque nos van a implantar un microchip para controlarnos, que si porque nos la va aplicar la 4T o su ch.m. 

Ahora sí que nos merecemos el cataclismo que se nos venga, pero mire, pasa que es puro miedo por desinformación. Nos leemos aquí el jueves para tratar de dirimir algunos de estos temores infundados, le aseguro que muchos son hasta graciosos de tan ridículos, pero pueden costar vidas.

Con tanta desinformación y conspiranoia, estamos listos este año, ahora sí, para celebrar a la Navidad… La otra… La Paty Navidad.