Celebran en el Congo el primer Nobel concedido a uno de sus ciudadanos

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Celebran en el Congo el primer Nobel concedido a uno de sus ciudadanos

El médico Denis Mukwege posa para una fotografía en Estocolmo, Suecia, el 1 de diciembre de 2013. Foto: EFE
El trabajo del ginecólogo Denis Mukwege llegó a poner su vida en peligro y el médico sobrevivió a un intento de asesinato en 2012 en su vivienda de Bukavu, poco después de pronunciar un discurso ante la ONU en 2012.

El Gobierno de la República Democrática del Congo celebró hoy el primer Nobel concedido a uno de sus ciudadanos, el ginecólogo Denis Mukwege, pero al mismo tiempo criticó lo que consideró una "politización" de su labor por las víctimas de la violencia sexual.

"Hace un trabajo difícil y noble", dijo el portavoz del Gobierno Lambert Mande a dpa. "Ha sanado a víctimas de la violencia sexual día y noche”.

Pero el Gobierno congoleño "nunca ha estado de acuerdo con su análisis de la situación en el país", añadió. "Ha comenzado a politizar su lucha", dijo sin dar detalles.

El ginecólogo se ha mostrado con frecuencia crítico con la permanente convulsión en e país centroafricano, donde lleva décadas tratando a víctimas de violencia sexual.

En el este del Congo, numerosas milicias siguen operando y las mujeres son con frecuencia víctimas de violaciones. Mukwege es uno de los pocos doctores capaces de realizar cirugía reconstructiva a mujeres que han sufrido traumáticas heridas causadas por violaciones masivas.

Su trabajo llegó a poner su vida en peligro y el médico sobrevivió a un intento de asesinato en 2012 en su vivienda de Bukavu, poco después de pronunciar un discurso ante la ONU en 2012 en el que llamaba a condenar a los grupos rebeldes y criticaba a los líderes políticos del Congo y de Ruanda y a la comunidad internacional por no frenar la barbarie.

Los atacantes tomaron a sus hijas como rehenes, quemaron su coche y mataron a su guardaespaldas pero él consiguió escapar y huyó a Europa, donde pasó un tiempo en el exilio hasta que volvió poco después al país, donde el peligro no está del todo conjurado.