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Celebra Obispo emérito de Saltillo, 97 años
Francisco Villalobos —obispo emérito— después de su tradicional misa en la capilla de Santo Cristo a los 12:00 horas, en entrevista pidió un mundo más justo, lleno de esperanza y participativo.
“En primer lugar está la gratitud a Dios y a la providencia que me ha conseguido entablar muchos años de vida con la posibilidad de ayudar al mundo, encomendándome esta diócesis hace 47 años.
“Con gusto he servido y recuerdo mucho siempre la bondad de las personas y he respondido con esfuerzos para ser un buen pastor y guiar a todas las ovejas que el señor me encomienda.
“Aprovecho para pedir a todos que me ayuden a pedir perdón por mis faltas, omisiones y descuidos y dar gracias por los dones que recibí para compartirlos con todos ustedes.
DE FAMILIA ESFORZADA
Francisco fue el noveno de 13 hijos producto de sus papá don Carlos Villalobos (+) y doña María del Refugio Padilla (+), quienes fueron dueños de la fábrica “Calzado Jalisco”, lo que garantizó una desahogada situación económica.
Fue sobresaliente en sus estudios, y quien lo conoce lo describe como refinado en su conversación, culto en sus juicios y generoso en la ayuda académica a sus compañeros
El 2 de abril de 1949 fue ordenado presbítero y su ministerio sacerdotal lo desempeñó en el Seminario de Guadalajara
En 1968 fue nombrado vice rector del Seminario y el 3 de agosto de 1971 fue consagrado como obispo en la Catedral de Saltillo, Coahuila.
Laborioso
Su capacidad de organización fue manifiesta cuando de 1945 a 1947 quedó al frente de la redacción y publicación de la revista “Apóstol”. Después lo enviaron a estudiar a Roma.