Hace unas semanas irrumpió al mundo deportivo la noticia de que el estelar lanzador de los Yanquis de Nueva York, CC Sabathia, tomaba la decisión de dejar el equipo para internarse en una clínica de rehabilitación contra el alcoholismo.

Independientemente del motivo, que ya era grave, se trataba de una decisión que se daba justo dos días antes de que los Yanquis enfrentarían el juego de ‘Comodín’ ante los Astros de Houston, pero eso no le importó al lanzador.

“Sé que si espero más días no lo voy a hacer. No lo entiendes”, reveló Sabathia que le respondió a su esposa Amber, cuando ella le sugirió esperar a que terminara su participación con los Yanquis para internarse.

En una extensa entrevista para el Daily News, Sabathia explicó que tiene lidiando con el alcoholismo desde el 2012, pues aunque sus parrandas no eran frecuentes, cuando las iniciaba no sabía hasta cuando iban a parar.

“Me di cuenta que tenía problemas con la bebida. Podía pasar dos o tres meses sin probar alcohol, pero en un fin de semana podría tomar todo, eso mismo me pasó ese fin de semana en Baltimore”, confiesa el pitcher zurdo de los Yanquis.

Cuando habla de “ese fin de semana en Baltimore”, Sabathia se refiere al último fin de semana de la temporada 2015 en el que junto con los Yanquis estaba de gira y se la pasó tomando todo el tiempo hasta que el domingo despertó con la necesidad de pedir ayuda. El viernes no hubo juego por lluvia y comenzó a tomar desde temprano, el sábado los rumores indican que siguió la borrachera y el domingo vino la debacle.

“Me desperté ese domingo y dije ‘No puedo hacer esto más’”, dice Sabathia. “Sentí que necesitaba ayuda, sé que no fue el mejor momento pero estaba en problemas reales”, agrega.

Llegó la hora del juego y entonces Sabathia entró a la oficina del manager Joe Girardi y estando presentes Larry Rothschild (coach de pitcheo), Steve Donohue (preparador físico) y Chad Bohling (director de condicionamiento mental), les confesó que tenía problemas con el alcohol y necesitaba rehabilitarse.

“Les dije lo que estaba pasando, fue una conversación difícil para mi pero les dije que había estado luchando y tratando de lidiar con el alcoholismo. Sentí como si me quitaran un gran peso de los hombros”, revela.

Es cuando Sabathia les dice que al siguiente día ingresará a un centro de rehabilitación y todos están de acuerdo, menos su esposa, quien le recomendaba estar con el equipo en los días que faltaban de la temporada y entonces atenderse. Los Yanquis fueron eliminados dos días después en el juego de ‘Comodín’ por los Astros.

“Le pregunté, ‘¿Vas a venir al juego?’”, dijo Amber. “Me dijo: ‘Estar aquí en rehabilitación es la mejor manera de apoyar a mi equipo. Es lo mejor que puedo hacer por ellos ahora, cuidándome’”.

Después de casi 30 días de encierro rehabilitándose, Sabathia dice encontrarse en condiciones de seguir su vida tratando de estar alejado del alcohol y más cerca de su familia. Espera volver en 2016 por una temporada de ensueño con los Yanquis.
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