Católicos de Saltillo hacen fila en autos para recibir una Indulgencia Plenaria histórica

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Católicos de Saltillo hacen fila en autos para recibir una Indulgencia Plenaria histórica

Fotos: Cortesía de Santa María Reyna
El segundo domingo después de Pascua es conocido como Domingo de la Divina Misericordia, en este día los pecados son perdonados, así se vivió en Saltillo por contingencia

La contingencia que se vive por el coronavirus orilló a que fieles vivieran un Domingo de la Divina Misericordia distinto. En Saltillo el histórico momento fue captado por vecinos del norte de la ciudad.

El padre Mario, de la Iglesia Santa María Reina de los Apóstoles, recibió a fieles que pasaron a bordo de sus autos para así recibir la Indulgencia Plenaria. 

 

Fotos: Cortesía de Santa María Reyna
Fotos: Cortesía de Santa María Reyna

El histórico momento fue captado por vecinos del lugar, debido a la contingencia el Padre Mario portaba cubrebocas, así como los fieles que acudieron al lugar a bordo de su auto. 

Fotos: Cortesía de Santa María Reyna

Por la cuarentena se debieron establecer protocolos como no acudir a confesión pero podemos ganar la indulgencia plenaria, haciendo lo siguiente:

1.- Hacer un acto de contrición.
Según el catecismo de la Iglesia Católica, si una persona no puede confesarse, puede realizar un acto de contrición.
Este acto, aunque perdona los pecados veniales, obtiene el perdón de los mortales si se realiza con “contrición perfecta” y “si comprende la firme resolución de recurrir tan pronto sea posible a la confesión sacramental”, CAT, n. 1457.
Vamos pues a decir:

Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido porque eres infinitamente bueno, dame tu santa gracia para no ofenderte más. Amén,

2.- Realizar la Comunión espiritual
Al no poder acceder a la Sagrada Comunión, vamos a realizar la Comunión espiritual, donde se pide a Dios que entre en el “corazón como si lo hubiéramos recibido sacramentalmente”, con la intención de acudir a la Eucaristía lo más pronto posible.
Entonces vamos a hacer la siguiente oración: 

“Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el Cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti”.
Amén

3.- Vamos a hacer una oración por las necesidades e intenciones del Papa Francisco.

Escucha, Señor, la plegaria de tu pueblo y haz que nuestro Papa francisco, confirme en la fe a todos los hermanos, para que toda la Iglesia se mantenga en comunión con él por el vínculo de la unidad, el amor y la paz.
Amén

4.- Ofrecimiento.
Se puede pedir la indulgencia plenaria por uno mismo y quedan perdonados los pecados y las penas temporales hasta el día en que se aplique, en otras palabras, la persona queda como recién bautizada.