¡Casados y separados!

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¡Casados y separados!

ESTIMADA ANA:

Le escribo para que me diga si es normal que desde el día en que nos casamos mi esposa y yo hemos vivido separados. Así, es jamás hemos vivido juntos porque yo llegué aquí porque me dieron el cambio en trabajo y mientras yo encontraba casa de renta, ella se quedó en casa de sus papás.
 
Finalmente pude encontrar una casa bien ubicada y segura. Al principio fueron pretextos de su parte porque la operaron de la vesícula, entonces de nuevo se quiso quedar para que su mamá le ayudara.
 
A los dos meses salió embarazada y olvídese, menos se quiso venir conmigo. Primero los achaques, después porque nació nuestra hija. Me había dicho que solo 40 días estaría aquí pero de eso ya pasaron casi 3 años y seguimos en las mismas.
 
Mi niña ya está en kínder y mi esposa está nuevamente embarazada. Esto parece cuento de nunca acabar, a veces me hago a la idea de que jamás estaremos juntos y trato de que los fines de semana que voy a visitarlas estar con la mejor actitud, pero hay otros en los que de plano me molesta mucho la situación y quisiera que ya estuvieran conmigo.

 Hay días en que quiero llegar por las noches y que ellas estén esperándome y no es así. No sé si estoy cometiendo un error al permitirlo o debo de respetar lo que ella quiera.

DANTE
 

ESTIMADO DANTE:

Aquí no se trata de respetar una decisión, se trata de que, por sentido común, un matrimonio debería de estar junto en la ciudad en la que como es su caso, esté el trabajo.

No es nada normal que estén separados desde que se casaron y lo seguirán estando por quién sabe cuántos años más, pues si no se ponen de acuerdo, jamás será posible. Creo que a ella ya le gustó la comodidad de estar atendida por su familia, pues seguramente le ayudan en todos los aspectos.

Ella no sabe lo que es tomar las riendas de una casa y atender a sus esposo e hijos sin esa manita extra que siempre nos dan las madres. Si no hacen algo ahora, será historia de nunca acabar, como bien lo dices.
                                                  
ANA

“Valora que tu novio sea generoso”

 Mis muy estimados lectores, comparto, como cada semana, los comentarios que amablemente nos dejan en vanguardia.mx. En esta ocasión es la opinión de “Zobeida” en el caso de “Sonia”, quien nos explicaba en su carta que su novio ha ayudado a sus papás durante muchos años sin el apoyo del resto de sus hermanos.

 A pesar de aún ser novios y tener muy poco tiempo de relación, a “Sonia” le parece algo injusta la situación y se queja amargamente que su novio se pasa de bueno.

 “Cuando una persona apoya y cuida mucho a sus padres, está cumpliendo con el tercer mandamiento de la Ley de Dios y eso se le multiplicará. Si tu realmente quieres a ese muchacho mejor no lo mortifiques por lo que el hermano da o deja de dar.

 Y sí, realmente eres suertuda porque como es él con sus padres, será contigo y con tu familia, ya es raro encontrar personas dispuestas a ayudar y sobre todo entre los jóvenes, la mayoría solo piensa en sí mismos y no ve las necesidades de los demás.

 Es bueno, pero tampoco se debe caer en el extremo de anteponer a los demás a sí mismo. Eso él lo verá con el tiempo, es bueno compartir, ayudar, primero a la familia y después a los demás, pero siempre dejando un poco para uno mismo porque cuando de repente surgen las propias necesidades y muchas veces no tienes a quien recurrir”.