Casa en Oaxaca

Usted está aquí

Casa en Oaxaca

1

Tantos buqués a su llegada aroman la sala, el comedor y dos sitios donde inmensos, aroman el cuarto que la recibe. Rodeada de libros, ella hace su hogar por unos días.

 

2

El cuarto central de la casa es amplio y tiene [casi] por tapices, libros. Al centro, encima de una de las dos mesas de madera que ha hecho el artesano vecino, Mantarraya, el gato, duerme al lado de un florero [es de cerámica, con flechas que atraviesan corazones]. En un momento, el felino hunde su rostro entre las rosas y toma la más blanca. Juegan sus garras y dientes con sus espinas y pétalos.

 

3

El café desprende sus aceites a presión. Él prepara al menos dos tazas por la mañana. En el mundo, es el café más fino. Ese que se subasta lejos en miles de euros, en pujas donde los industriosos procesos se lo pelean. Ese que aquí está al alcance de sus manos.

 

4

Ella las más de las veces permanece en su cuarto. Desde allí ilumina su rostro con las pilas de libros. A veces se le escucha hablar con la pantalla de la computadora en donde voces de estudiantes o artistas, tejen, junto con ella, nuevas formas de trabajo en la pandemia. Un día llegó con un jardín de barro entre las manos.

 

5

Las tazas son un artículo de suma importancia en esta casa. Entre ellas, destacan cuatro de cerámica en tonos ocres y de contornos disímbolos. También, una pequeña y blanca con flores azules, otra de barro rasgado. Elijo juna taza para cada día.

 

6

Frente a los ojos de esa casa, hay un escenario de casas que encajan perfectamente en un cerro. Ni las más fuertes lluvias deslavan sus cuerpos de concreto o de adobe.

 

7

Le acompaña al mercado. Su esbelta silueta es elegante en cualquier ropa. Lento su paso y aguzada la mirada, avanza por el mercado que conoce hasta sus intersticios. Van a  donde no todos los turistas llegan. Elige las mejores hortalizas, las mejores rosas.

 

8

Él es quien cuida los seres vegetales de esta casa. Ya cambia el agua, ya trasplanta. Ya va por otra presencia. Un copal que da sombra, se esparce en el jardín. A una cuadra el olor del chocolate aroma sus caminares.

 

9

La sopa de piedra burbujea en el plato. En su rubio ardor cuece todos los ingredientes. El verdor emerge en intensos aromas y ella recuerda la cena en la que él le dio de comer por primera vez en su vida, flores de cilantro.

 

10

Oaxaca estalla en aromas y colores. Sus bocados se reciben con el conocimiento de todos los enlaces que ofrecen las comunidades. Oaxaca es celebración y resistencia.

 

claudiadesierto@gmail.com