Aunque se halla rodeado por fuerzas federales, el cártel Santa Rosa de Lima que encabeza José Antonio Yépez, El Marro, se resiste y busca crecer su territorio. Ya no solo opera en Guanajuato, sino ha comenzado a penetrar en Querétaro y ahora ha lanzado sus primeras incursiones en territorio de Hidalgo.

Funcionarios de inteligencia en el gobierno federal confirmaron que la organización criminal ha expandido su base de operaciones, conocida como el Triángulo de las Bermudas, desde Villagrán, Juventino Rosas y Celaya hasta la zona de los Apaseos, colindante con Querétaro, con miras a seguir controlando la extracción ilegal de combustible de los ductos de Pemex. En el trayecto ha ido sembrando la zona de cadáveres.

Las zonas en las que han comenzado a detectarse presencia del cártel son estratégicas por incluir ductos de Pemex y ya se registra un aumento de violencia: en mayo pasado, en plena campaña electoral, fue asesinado el candidato a la alcaldía de Apaseo El Alto, José Remedios Aguirre; mientras que el 10 de octubre, solo unas horas después de tomar protesta como director de Movilidad y Transporte, fue asesinado Santos Alonso. Hoy, a manera de respuesta, la Marina tiene un destacamento en el municipio.

En la ruta de este “Triángulo de Guanajuato” también se suman los municipios de Cortázar, Jerécuaro, Comonfort, Coroneo y Tarimoro, donde tiene pleno control El Marro, hoy pelea el control en los municipios de Irapuato, Salamanca y Celaya con el cártel de Jalisco Nueva Generación.

El “Triángulo de Guanajuato” entró en el radar de las autoridades federales y estatales hace dos años, cuando comenzaron a registrarse robos de pipas de Pemex y de otras empresas. La zona de influencia del cártel pasó de 130 kilómetros cuadrados a 400 kilómetros cuadrados, muy cerca de la frontera con Querétaro.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, tan solo 2018 en Irapuato, Salamanca, Celaya y Valle de Santiago sumaron 936 ejecuciones de los 2 mil 536 del estado, concentraron 36 por ciento. También esos municipios encabezan la lista de policías asesinados.

El primer lugar es Irapuato, con 374 homicidios; mientras que ya este año Óscar Paulino, director del sistema de emergencias 911, fue asesinado el 25 de enero por negarse a seguir filtrando información.

En Salamanca, donde se ubica la refinería Ingeniero Antonio M. Amor, se registraron 282 homicidios. Ahí, las ejecuciones han sido multitudinarias, en junio pasado fueron asesinados seis agentes viales y, dos meses después, tres policías municipales fueron levantados y ejecutados.

Celaya registró 188 muertes y Valle de Santiago, 92, en las cifras también se cuentan policías.

León se ubicó en el segundo lugar de homicidios dolosos, con 350, donde también se contabilizan elementos de la Policía Municipal. De acuerdo con información de inteligencia, en 2018 se tiene registro que El Marro intentó extenderse a esta zona, pero debido a la presencia de otros células delictivas no lo logró.