Señor Gobernador:

Antes que nada quisiera pedirle que se cambie ese mote por el de Representante Ciudadano. Usted nos representa, usted nos administra y nada más. Quisiera pedirle que asuma la responsabilidad de representar a una sociedad que solo desea ser feliz, cuyo único sentido de vida es el ser feliz. Sin ser pisoteados, sin ser abusados.

 Deje la corrupción de una vez por todas, porque no aguantaremos más. Olvídese del poder, usted podría creer que tiene el poder de decidir por nosotros, y de acceder a nuestro dinero, pero no lo tiene. Usted no tiene el poder de nuestras decisiones personales. Usted jamás podrá decidir si seremos felices o no, al final se quedará solo, entre falsos amigos que buscan dinero, entre tanto trabajo y sin tiempo de ver a sus hijos.

 Y nosotros seguiremos haciendo lo que nos apasiona, sonriendo tras darle de comer a nuestros hijos habiendo trabajado arduamente. Debo hacer una pausa y dejar de hablarle de “usted” porque por más que haya estudiado o se haya preparado, no deja de ser mejor que nosotros, ni peor.

 Ostenta las mismas condiciones humanas, los mismos vicios, los mismos sentimientos y miedos. Pero tú podrías ayudar a que para nuestra sociedad sea más fácil vivir plenamente, eso sí es poder, eso sí es grandeza. Y para lograrlo primero debes hacer un examen de conciencia.

 ¿Serás feliz y pleno como ciudadano siendo nuestro representante? Yo te pido, ve la belleza en el mundo que te rodea, en las personas que buscan cómo mejorar nuestra sociedad, en los investigadores, en las tecnologías, y sobre todo, en el arte. En esa capacidad de algunos de crear un ambiente de belleza humana, de reconexión con lo divino del ser humano, con la búsqueda del sentido de la existencia en este mundo.

 Se pues un artista, se pues un ciudadano, se un emprendedor y un cuestionador de los parámetros establecidos, de la moral y la ética. Te pido que veas por nosotros como ves por ti mismo. Se un ser humano antes que un Gobernador, porque eres de nuestra misma especie, porque sin nosotros no eres nadie.

Óscar Troyo
Cineasta, 28 años