Tras varios días de que el quarterback de los Steelers de Pittsburgh indicó que pensará durante sus vacaciones en el retiro, hoy fue otro quarterback de élite que pondera poner fin a su carrera.

Carson Palmer, de 37 años de edad, ya puso nervioso al cuerpo directivo de los Cardinals de Arizona tras dejar abierta la posibilidad de terminar su carrera luego de catorce años de esta profesión.

“Supongo que nada nunca es oficial hasta que lo es, pero me gustaría jugar si mi cuerpo responde de la manera en la que espero”, declaró Palmer este lunes de acuerdo a un reporte de AZCentral.com.

Pero antes hay que tomar en cuenta que Carson tiene un salario base de 15.5 millones de dólares más un bono de 2 millones más por estar en el roster del equipo el 13 de marzo para 2017 y 12.5 millones de base y otro bono de 1.5 por figurar en la plantilla en 2018.

No olvidemos que los bonos por haber firmado el contrato en su momento y que tienen un valor de 4.25 millones por cada una de las temporadas tendría que ser devuelto.

Además, el quarterback viene de hacer un año muy inferior al del 2015, donde fue uno de los finalistas a un MVP que terminó llevándose Cam Newton y donde Carson pasó para la mejor marca de yardas de pase en su carrera con 4,671, más 35 touchdowns y sólo 11 intercepciones que dieron lugar a un rating de 104.6.

Sin embargo, en 2016 las cosas no salieron muy bien para el veterano, tanto a en lo personal como a en lo colectivo, con unos Cardinals que decepcionaron y que se quedaron fuera de los playoffs.

Palmer terminó la temporada con 364 pases completos para 4,233 yardas y 26 touchdowns con 14 intercepciones.
Además de Palmer, los Cardinals tienen bajo contrato al veterano Drew Stanton y al poco experimentado Zac Dysert.

Aunque claramente no están a la altura de Palmer, por lo que también entrarían a la disputa por hacerse de los servicios de Tony Romo, en caso de que Carson decida retirarse.