¿Es la caravana migrante un ardid de Trump para retomar fuerza rumbo a las elecciones intermedias en su país?, pues de acuerdo a la opinión del columnista de El Universal, Francisco Martín Moreno, así es.

El escritor llama a no creer en 'casualidades políticas', mucho menos estando tan cerca las elecciones intermedias en Estados Unidos en las que, de perder los republicanos el control del congreso, podría derivarse la 'afortunada destitución del peleador callejero' que habita en la Casa Blanca.

Según Moreno, Trump está desesperado por la posibilidad de que los republicanos pierdan el control de las cámaras legislativas, decidió, según el novelista que redacta este breve espacio, inventar su propio conflicto para poder acusar a los demócratas, sus adversarios, de su indolencia al no haber aprobado el presupuesto necesario para construir un muro de casi 3 mil kilómetros para separar la frontera entre México y Estados Unidos.

De acuerdo a esta teoría, el magnate habría comprado a miles de 'acarreados sepultados en la pobreza', para crear un escándalo mediático urdido para lucrar electoralmente con la incapacidad de sus oponentes políticos de defender sus fronteras de las “hordas bárbaras” provenientes del hemisferio sur.

Entonces, aprovechando el hartazgo del electorado de aquel país, ante las migraciones ilegales, este podría elegir o reelegir el próximo 6 de noviembre a legisladores republicanos, los únicos “valientes y decididos” para defender a la patria de unos invasores “criminales”.

Así Trump, con gran destreza y habilidad, lograría impedir el impeachment, el proceso de destitución del presidente de Estados Unidos más odiado y despreciado por la comunidad internacional.

Ahora Trump, añade Moreno, amenaza con enviar al ejército de su país a la frontera con México para impedir el acceso de más “rufianes, violadores y asesinos”, en este caso ya no mexicanos, como nos ha calificado siempre, sino hondureños, de la misma manera nocivos para continuar la construcción del gran sueño norteamericano... de paso asustando a México con cancelar el T-MEC, si el gobierno no impide la entrada de estos seres humanos, comprados por él. 

Todo como un plan para impedir su destitución, al perder el control del Congreso norteamericano. Es por ello que el escritor ve todo esto como una 'migración inducida'.

En su columna, Martín Moreno señala que México sea como sea, queda mal parado. Mal si permite el ingreso, mal si no.

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