La coordinadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, Dolores Padierna, aseguró que la detención del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington (PRI), constituye un vergonzoso expediente de protección política, impunidad y complicidades que se prolongaron por más de dos décadas.

“¿Cuánta violencia se hubiera evitado, cuántas vidas se hubieran salvado, cuánta corrupción se hubiera combatido sí a Yarrington lo hubieran procesado en el momento necesario para frenar la descomposición de Tamaulipas?", dijo.

Padierna criticó que ahora el Partido Revolucionario Institucional (PRI) quiere lavarse las manos al decir que señalará a “todos los casos en los que los políticos se vean involucrados en actos de corrupción, a fin de cerrar el paso a la impunidad”.

“Hoy no es necesario de lavarse las manos, como Poncio Pilatos, sino de asumir las responsabilidades políticas de este caso tan escandaloso que no es una excepción sino una regla en los últimos años”, reclamó Padierna.

No obstante, la senadora perredista reconoció que la detención del ex gobernador priista en Florencia, Italia, es uno de los hechos más importantes en la lucha contra la "narcopolítica" que ha dominado en México en los últimos 20 años.

“Por desgracia, este hecho no ocurrió cuando debió haber sucedido: desde abril de 2004, durante el gobierno de Felipe Calderón, la SIEDO de la PGR admitió que Yarrington era investigado por encabezar una red de más de 300 policías, empresarios y funcionarios que protegían al entonces Cartel del Golfo”, insistió.

Padierna Luna aseguró que en el colmo de la impunidad, Yarrington fue precandidato presidencial del PRI en la contienda interna de ese partido en 2005, cuando participó en el entonces TUCOM (Todos Unidos contra Madrazo).

“Está acreditado el fuerte vínculo que mantuvo el entonces mandatario de Tamaulipas con su homólogo Arturo Montiel, del Estado de México, y con el entonces candidato priísta a la gubernatura de esa entidad, Enrique Peña Nieto”, señaló la legisladora.