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Campesinos mexicanos en Estados Unidos no paran ni con coronavirus
ESTADOS UNIDOS.- La pandemia del coronavirus ha paralizado buena parte de la actividad económica en la unión americana, pero eso no impide que cientos de miles de trabajadores agrícolas, principalmente de origen mexicano, continúen sus labores para garantizar que los alimentos sean cosechados y lleguen a las mesas de las familias estadounidenses.
De acuerdo con un reportaje de NPR, el sistema de radio pública del vecino del norte, miles de connacionales siguen entrando cada semana a Estados Unidos con visas temporales de trabajo y están prestando sus servicios en las granjas de estados como Carolina del Norte, Kentucky, Michigan y Misisipi.
Pese a que la embajada de Estados Unidos en México anunció hace más de una semana que suspendería los trámites de visas debido al Covid-19, el propio gobierno de aquel país notificó a empleadores de la industria agrícola que habría consideraciones especiales para el sector.
Debido a que la mayoría de los solicitantes ya habían obtenido la visa tipo H-2A el año pasado, en esta ocasión el trámite será más sencillo y no requerirá de una entrevista en vivo con un cónsul.
El artículo de la NPR destaca la paradoja de la situación que se está viviendo en la agroindustria estadounidense ante la pandemia del Covid-19: en el eslabón final de la cadena, los restaurantes están cerrados y los supermercados muestras pasillo casi vacíos, mientras que el primer eslabón está produciendo sin mayores contratiempos, al menos por el momento.
El experto en temas agrícolas la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), Justin Flores, indicó al medio que tendría que suceder algo extraordinario para detener la actividad en el campo y, con ello, dejar sin empleo a cientos de miles de mexicanos.
Sin embargo, la enfermedad sí ha traído un cambio en la cadena: con el cierre casi total de negocios en estados como Nueva York, los intermediarios se han visto obligados a llevar sus camiones a ciudades más pequeñas donde hay menos casos y, por lo tanto, todavía están abiertos los mercados.