Campañas electorales 2021: la recta final

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Campañas electorales 2021: la recta final

En las horas finales de las campañas cabe lanzar la convocatoria para que partidos y candidatos se comprometan con el respeto a la voluntad soberana del pueblo al que dicen aspirar a servir

Estamos a unas horas de que concluyan las campañas de quienes aspiran a representarnos en los distintos cargos de elección popular en juego. La mayor parte de ellos han “cerrado” formalmente su labor proselitista y a partir de pasado mañana, miércoles, deberán guardar silencio.

Ha sido un proceso electoral dominado, sobre todo, por un discurso polarizador que busca inducir en el electorado la idea de que “no hay mañana”, de que en esta elección “nos estamos jugando todo” y, en consecuencia, el futuro colectivo puede ser cancelado “si no elegimos de forma correcta”.

No es la primera ocasión en la cual los mexicanos enfrentamos el discurso tremendista de los partidos políticos y sus abanderados. Muchas veces en el pasado han pretendido vendernos la misma idea. Una idea que apela al miedo pero, en realidad, busca construir la idea de que solamente existe una forma de conquistar el futuro.

La ciudadanía ha dado sobradas muestras en el pasado de estar por encima de nuestra clase política y ha probado su compromiso con la democracia, a pesar de las múltiples insatisfacciones que nos ha producido esta. Seguramente lo volverá a hacer este domingo 6 de junio.

Cabría pedirles más bien, a quienes han competido en esta elección y están a punto de concluir sus campañas, que sean capaces de mostrar el mismo compromiso democrático que los electores hemos exhibido en repetidas ocasiones en el pasado.

Cabría preguntarles si serán capaces de comprometerse con el resultado de las urnas; si habrán de respetar el mandato de los electores que acudiremos a expresar nuestra opinión en las boletas y si, una vez contados los votos, asumirán una posición institucional que favorezca la gobernabilidad del País.

No es, resulta indispensable decirlo, la civilidad ciudadana lo que estará a prueba a partir del próximo lunes 7 de junio, sino la coherencia de quienes compiten en una elección cuyas reglas han diseñado ellos mismos.

No es el compromiso de los electores con la democracia el que debe pasar la prueba, sino la congruencia de partidos, dirigencias, militancias y candidatos. Porque no somos los ciudadanos quienes definimos la forma en la cual se construyen candidaturas, se realizan campañas y se distribuye el poder a partir de la manifestación de la ciudadanía en las urnas.

Por ello, en las horas finales de las campañas, lo que cabe no es un llamado al electorado para que preste atención a los mensajes que desde cada esquina se nos lanzan para convencernos, sino la convocatoria para que partidos y candidatos se comprometan con el respeto a la voluntad soberana del pueblo al que dicen aspirar a servir.

Partidos y candidatos tienen todavía algunas horas para emitir sus mensajes; los ciudadanos conocemos bien nuestro compromiso. Pero en este proceso –como en todos los anteriores– lo importante, al final, no es lo que dicen los políticos, sino lo que ordenamos los ciudadanos con nuestro voto.

Cabría esperar que todos estuviéramos de acuerdo con eso.