Caminar o andar bicicleta: beneficios ambientales y de salud

Usted está aquí

Caminar o andar bicicleta: beneficios ambientales y de salud

Saltillo ocupa el segundo lugar como ciudad con mayor competitividad según el Índice de Movilidad Urbana, calculado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. por tener buenas condiciones de movilidad y capacidad para ofrecer alternativas de transporte para la población. Sin embargo, es imprescindible impulsar el rediseño de la ciudad y fortalecer la política pública transversal de movilidad con criterios sociales, urbanos y ambientales. 

Necesitamos un nuevo enfoque en el desarrollo de la ciudad y de la movilidad, una visión de una ciudad más humana y alternativa que enfrente el reto actual que se impone no solo por cuestiones ambientales, sino también de salud ante una vida sedentaria y de distanciamiento social para evitar contagios ante la nueva normalidad motivada por la contingencia del COVID-19.

En esta nueva normalidad, debemos adaptarnos a hábitos más saludables, que fortalezcan el sistema inmune, además de una sana alimentación, hacer ejercicio se vuelve prioritario. En una ciudad diseñada para automóviles, donde desplazarse a pie o en bicicleta representa un reto de seguridad e integridad para la vida, es mucho más difícil promover alternativas de movilidad. 

Aunado a esto, en un país donde abundan la obesidad, el estrés, la hipertensión, la diabetes, entre otros problemas de salud, tener opciones de movilidad segura y sustentable es urgente. Las consecuencias físicas, mentales y emocionales del estrés complican el panorama y hacen más difícil y distante el bienestar integral de las personas. Caminar o andar en bicicleta reduce los niveles de tensión, ansiedad y depresión, ayuda a estabilizar la presión arterial y mejorar la circulación sanguínea. 

Caminar y andar en bicicleta constituyen dos opciones ideales para movernos en esta nueva normalidad, no sólo por recreación y deporte, si no como alternativa en el uso de transporte público o vehículo particular. 

En este contexto, dar prioridad al uso de espacios abiertos y centrar la movilidad en las personas, no sólo a través de vehículos, con una perspectiva de inclusión integral, con infraestructura adecuada que promueva la cohesión social a través de la reapropiación del espacio público, a través de zonas que brinden seguridad al peatón y a quienes caminan, utilizan bicicleta o patines. Es fundamental impulsar al peatón y ciclista como eje de la planeación urbana, de los reglamentos de transporte y desarrollo urbano, en los diseños de calles y espacios públicos y dotar de suficiente señalética, que redireccione la atención de todos hacia las personas, no a los vehículos. 

Impulsemos el uso de la bicicleta y caminar en nuestros trayectos, generará grandes beneficios de salud, ambientales y sociales, empecemos una nueva normalidad con mejores hábitos personales que contribuyan al bienestar individual y colectivo que nos permita avanzar en hacer posible una movilidad sustentable en nuestra ciudad. 

Reconexión Natural
Gabriela De Valle