Por Ivette Lira para SinEmbargo

Ciudad de México.- Recientemente, a través de una carta publicada en la revista Science, científicos urgieron a las autoridades mexicanas a detener la tala dentro de la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca y a promover la regeneración natural de los bosques que forman el hábitat donde los insectos pasan el invierno.

En entrevista para SinEmbargo, el doctor Pablo F. Jaramillo- López, quien firmó la misiva, explicó que en marzo de 2016 una tormenta de viento azotó la Reserva y provocó la caída de árboles, con lo que se redujeron las poblaciones de mariposas entre un 31 y un 38 por ciento.

“La integridad del bosque garantiza la integridad de las mariposas. Si el bosque es denso es más difícil que el viento pase y afecte el hábitat. Si se promueve la protección del bosque es casi una garantía que el fenómeno migratorio de las mariposas va a continuar”, aseguró.

Para abril y diciembre del año pasado, las prohibiciones de la tala se levantaron tanto fuera como dentro de la Reserva, incluida, además, la tala de salvamento, que consiste en recolectar la madera de árboles derribados por fenómenos naturales, en este caso, por el intenso viento y se amplió hasta noviembre de 2017.

“Ha sido un periodo muy extenso y no hay control”, alertó el científico del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y afirmó que la tala ilegal puede llegar a disfrazarse con la permisividad de la tala de salvamento: “Si se permite la entrada de la gente es difícil identificar si los árboles son derribados por la tormenta o por la tala”, alertó.

Cada año, las mariposas monarca llegan al país, desde Estados Unidos y Canadá para resguardarse del intenso frío invernal en parte de Michoacán y el Estado de México, zona que abarca la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, decretada como Área Natural Protegida (ANP) en 1986 para los fines de migración, hibernación y reproducción del insecto.

Según la propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “fue creada para proteger el entorno natural y hábitat de la Mariposa Monarca”, pero, en la práctica no ocurre así, lamentó el investigador.

“Las normativas y las ideas que se generan son buenas, pero ya en la práctica es más difícil ponerlas en marcha: A las comunidades indígenas que viven dentro de la reserva no las incluyeron en el proceso [para decretarla ANP] y sin haber alternativas reales se promueven las prácticas ilegales”, sostuvo.

De acuerdo con datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), entre mayo 2016 y febrero de 2017 se documentó la degradación de 15.8 hectáreas de bosques en la zona núcleo de la Reserva: 0.65 ha por tala clandestina, 13.8 ha por la caída de árboles a causa del viento y 1.35 ha por sequía.

La organización internacional señala que en San Felipe de los Alzatí se presentó tala clandestina por tercera ocasión consecutiva con 0.26 hectáreas afectadas, mientras el periodo anterior ascendió a 0.70 hectáreas.

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) evidenció que hubo tala clandestina en el Ejido del Calabozo y en la comunidad indígena de Nicolás Romero, en apego a las denuncias. Además, señala la ONG en un reporte, se encontraron tocones en el ejido Cerro Prieto, en las propiedades Federal y Estatal en Michoacán, y los ejidos La Mesa y El Capulín en el Estado de México.

No obstante, el doctor Jaramillo- López mencionó que la organización no especifica cuánta que ocurrió con la madera de los árboles que cayeron con la tormenta ni precisa qué es la tala ilegal y cómo logra identificar que se trata de dicha actividad.

Ante este panorama, el especialista hizo una serie de recomendaciones a las autoridades mexicanas y aclaró  que su intención no es hacer una crítica directa al Gobierno, sino “pedir ayuda” a fin de mantener el fenómeno migratorio y se busquen alternativas de la mano de los interesados y las autoridades para así sacar adelante los esfuerzos.

-Evaluar de forma independiente lo que ocurrió en las zonas después de la extracción de madera.
-Realizar un plan de regeneración natural, esencialmente en la zona núcleo.
-Crear un plan adecuado de reforestación en la zona de amortiguamiento.
-Buscar alternativas para las comunidades indígenas que allí habitan.
-Reducir la demanda de madera en la zona.
En caso de que los bosques mexicanos en donde las mariposas llegan año con año continúen amenazados, lo que podría ocurrir “en el mejor de los casos es que las mariposas busquen otro sitio para pasar el invierno. En el peor de los casos, las mariposas no podrán formar sus colonias porque no habrá donde, ese sería el escenario más pesimista”, señaló.

La maestra Gloria Fermina Tavera Alonso, directora Regional de Centro y Eje Neovolcánico de la Conanp, aseguró que el principal enemigo de las mariposas es el cambio climático y negó que exista tala clandestina en la Reserva de la Biósfera.

Además, la funcionaria afirmó que los investigadores que signaron la misiva publicada en la revista científica hace un par de semanas carecen de conocimiento para abordar el tema.

“Es un desconocimiento completamente de este grupo de personas […]. Nos sorprenden estos comentarios que no tienen ningún sustento. Son comentarios aislados que percibimos se hacen para llamar la atención, más que con un soporte técnico científico”, subrayó la especialista en entrevista para este periódico digital.
Asimismo, aseveró que cada una de las decisiones que se toman en el Gobierno federal en el tema de las mariposas monarca se hacen en apego a la ciencia y sostuvo que los dueños de los territorios donde los insectos se resguardan del invierno, “son los más involucrados”.

Finalmente, garantizó que las zonas afectadas por las tormentas de viento han sido reforestadas y se ha privilegiado la reforestación natural.