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Cambian discurso, pero no prácticas contra migrantes, se quejan en Saltillo
El director de la Casa del Migrante, Alberto Xicoténcatl Carrasco, aseguró que aunque el discurso del Gobierno Federal ha manifestado su interés por las poblaciones migrantes y los derechos humanos, en la práctica las instituciones siguen comportándose como en las anteriores administraciones.
“Yo lo veo igual. Hay un discurso diferente en reconocer públicamente el rezago, el que la Comar tiene un problema institucional fuerte; sin embargo, a 3 meses de haber iniciado la nueva administración se mantienen las malas prácticas”, expresa.
A tres meses de iniciada la administración federal encabezada por Andrés Manuel López Obrador, Alberto Xicoténcatl dice que además de la no resolución de los procesos, los malos tratos por parte de los funcionarios del Instituto Nacional de Migración han persistido tanto con las personas migrantes como las refugiadas; al igual que con los propios defensores de derechos humanos que acompañan a dicha población en sus procesos regulatorios.
“Ha pasado que cuando el área de protección jurídica les exige respetar los derechos de las personas migrantes, los han intimidado con su personal de seguridad (en las oficinas del INAMI). Esta práctica ya la habíamos vivido durante administración de Peña Nieto y con el anterior delegado y subdelegados”, señala.
Aunque asegura que la población migrante también ha incrementado en su tránsito por México debido a una nueva política pública donde se han cerrado estaciones migratorias por todo el país y se les ha ofrecido a los migrantes la no persecución, pero la efectiva regulación con lo que dice estar de acuerdo, una de las afectaciones más graves fue el recorte del presupuesto a organizaciones e instituciones que atienden a dicho grupo vulnerable.
“Hasta hace unos meses, toda la gente tenía acceso al Seguro Popular, ahora ya no.
Por un lado hay una postura mucho más abierta para que esta población ya no sea invisible, pero a la vez recortan el apoyo gubernamental a las instituciones del Estado y a la sociedad civil, y aunque asegura que Casa del Migrante nunca lo ha recibido, las otras organizaciones no tienen las mismas posibilidades para atender a tantas personas”, detalla.
Aunque la Casa del Migrante de Saltillo nunca ha sido subsidiada por el Gobierno, Alberto Xicoténcatl dice que el flujo migratorio ha aumentado hasta atender a grupos de 150 personas por día; situación que apenas es comparable con 2008, y es una cuestión que no todos los centros migratorios, por ejemplo de las fronteras, pueden sostener sin los recursos adecuados y recortados por la Federación.
Como consecuencia de esto, Casa del Migrante adeuda a Aguas de Saltillo más de 100 mil pesos por consumo de líquido.