Callan los candidatos. Que hable el elector

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Callan los candidatos. Que hable el elector

Habrá que apropiarnos del momento, hacerlo nuestro de forma integral y, con esa convicción, ejercer nuestro derecho a elegir libremente el próximo domingo

A las cero horas de hoy inició el denominado “período de reflexión”, es decir, las 72 horas previas al arranque de la jornada electoral del domingo 6 de junio, espacio durante el cual los partidos y sus candidatos deben guardar silencio y dejar de promocionarse.

¿Qué significa contar con este espacio en términos de la decisión que debemos tomar en las urnas? Esencialmente implica hacer patente la idea del voto libre, es decir, de la decisión individual que no está sujeta a ninguna presión exterior y, por lo tanto, se manifiesta sin reservas ni temores.

Que los candidatos callen quiere decir que somos los ciudadanos los que tenemos ahora el uso de la voz y que es el momento de que emitamos nuestro veredicto respecto de lo dicho y actuado por quienes aspiran a convertirse en nuestros representantes.

Es este el momento del empoderamiento ciudadano, pues seremos nosotros los protagonistas de la historia de aquí a que concluya el escrutinio y cómputo de los votos la noche del domingo próximo y, a partir de ese proceso, se defina a quienes ocuparán los cargos en disputa.

Serán ciudadanos comunes quienes se harán cargo de la instalación de las casillas en todo el territorio nacional, así como de recibir a los votantes, verificar que formen parte del padrón electoral, entregarles las boletas para que emitan su voto y, al concluir la jornada, contar los sufragios en cada casilla.

Miles de ciudadanos más habrá de observar la elección para asegurar que la actividad en las casillas se realice conforme a las reglas que se han establecido previamente y millones de individuos definirán el mapa electoral de los próximos tres años emitiendo su opinión en las boletas.

Cada actividad que corresponde a un ciudadano es una actividad relevante y valiosa para el fortalecimiento de nuestra democracia. Por ello no podemos ni debemos obviarla o rechazarla.

Si nos corresponde ser funcionarios de mesa directiva de casilla tenemos una enorme responsabilidad que no debemos dejar de cumplir; si solamente iremos a emitir nuestro voto igualmente es una actividad indispensable; si hemos decidido contribuir a la observación de las elecciones la tarea que realizaremos el domingo es vital.

Todo lo hecho hasta ahora, desde que arrancó el proceso electoral, constituye una serie de actos preparatorios que tienen como propósito servir la mesa para que los invitados centrales a esta fiesta, los ciudadanos, contemos con todo lo necesario para tomar nuestro lugar a lo largo de las 10 horas que median entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde.

Es el momento de las y los electores. Es el momento de nosotros, los depositarios del poder público, de quienes tenemos la facultad de decidir quién sí y quién no recibe el mandato para poner en práctica un proyecto de gobierno que sirva a todos. Habrá que apropiarnos del momento, hacerlo nuestro de forma integral y, con esa convicción, ejercer nuestro derecho a elegir libremente el próximo domingo.