Tras varias ocasiones en que el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, prefirió dejar a un lado sus opiniones por el caso de pederastia denunciado en Piedras Negras, ayer por fin mencionó que es “vergonzoso, y no debería existir en la Iglesia”.

Vera López asegura que dentro de la Diócesis de Saltillo se han llevado a cabo sesiones de trabajo con especialistas de la Casa Emaús, para crear un acuerdo que ayude a prevenir éste y otro tipo de situaciones, donde los sacerdotes gocen cada cierto ciclo de un tiempo para trabajar de lleno en sus emociones, y en su cansancio físico.

Debido a que el caso de pederastia denunciado en marzo y abril por dos exseminaristas de Piedras Negras, pertenece a un juicio que acontece a la Diócesis de Piedras Negras, Raúl Vera reiteró que ha preferido hacer sus comentarios a un lado, para dejar la actuación en manos del obispo de la ciudad fronteriza. 

“Dejo al obispo de Piedras Negras que haga su quehacer. Somos provincia eclesiástica, si él quiere que hagamos algo, nos reuniremos”, dijo.