La depreciación del peso frente al dólar está rebasando para mal todas las expectativas. El primer golpe se dio en los mercados financieros, pues en lo que va del año, la moneda nacional ha perdido 8.46% y se cotiza en los peores niveles de su historia.

Pero los efectos están alcanzando un punto clave para el bolsillo de los mexicanos: la inflación.

De acuerdo a cifras del Inegi, los precios al productor se aceleraron a 5% anual en mayo, lo que registra su mayor avance en casi cuatro años, particularmente en la fabricación de equipo de cómputo que aumentó sus costos 29% en un año.

En mayo el precio de los bienes intermedios aumentaron 3.34% anual, su mayor alza desde septiembre de 2014 y luego de haber presentado una deflación de 0.12% en diciembre pasado.

Las cifras de Instituto de estadísticas refieren que los sectores con mayor alza en los precios son los que requieren altas importaciones como equipos de cómputo y accesorios electrónicos con un alza de 16.7%, así como la fabricación de maquinaria y equipo con un aumento de 9.7%.

En medio de este contexto, el precio de las materias primas (commodities) en dólares se ha acelerado lo que suma a la caída del peso y encarece el precio de los bienes finales.

Ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos dio a conocer que mantiene sin cambios sus tasas de interés en un rango de 0.25-0.50 por ciento.

El hecho de que la Fed no aumente las tasas de interés en las últimas cuatro oportunidades, manteniéndolas en niveles históricamente bajas puede convertirse en un riesgo para mercados emergentes como México y esto limitar la recuperación del peso.

Por lo tanto, un débil crecimiento de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, no sería favorable para nadie.

Al respecto, especialistas de diversas casas de análisis coinciden en que el Banco de México (Banxico) debe elevar su tasa de referencia a final de este mes para frenar la depreciación del peso, evitar un impacto mayor a la inflación y disminuir la salida de capitales.

Los expertos señalan que la decisión del banco central mexicano comandado por Agustín Cartens debe tomarse independientemente a las acciones de la Reserva Federal estadounidense.

Por otra parte, hoy los ojos del mundo financiero están sobre Gran Bretaña, ya que será el próximo 23 de junio cuando se lleve a cabo el referéndum que decidirá si Reino Unido saldrá de la Unión Europea en el denominado “Brexit”.

En ese sentido se espera que en un escenario favorable donde los ingleses decidan continuar en la UE y al mismo tiempo Banxico eleve el precio del dinero este mes, el tipo de cambio podría recuperarse a niveles cercanos a los 18.00 pesos.