La moneda mexicana, el peso, parece encaminada a un nuevo mínimo por encima de los 20 pesos por dólar, y no hay mucho que el Banco de México (Banxico) pueda hacer. Factores como la débil demanda por la moneda, la perspectiva de tasas más altas en Estados Unidos y la tendencia alcista estable de Donald Trump en las encuestas están llenando de presión al peso.

Un crecimiento más lento del pronosticado, menores precios petroleros y un aumento en los riesgos políticos, mientras la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto decae, también están presionando a la moneda, que se encamina a probar la barrera psicológica de los 20 en los próximos meses, sino es que semanas.

Analistas encuestados por Bloomberg esperan que el peso, que es utilizada como cobertura en contra de los riesgos de más monedas emergentes, se debilite a 20.06 en el primer trimestre de 2017.

Las políticas planteadas para apoyar a la moneda este año, incluyendo las ventas de dólares y dos inesperadas subidas de 50 puntos base en las tasas de interés, fallaron en detener la tendencia. Tocó un mínimo histórico de 19.9 el 20 de septiembre, y cayó 5.25% durante el mes hasta el día 20, convirtiéndola en la moneda con el peor desempeño en los mercados emergentes.

Ha habido poca liquidez, con una oferta de dólares muy limitada, al tiempo que los inversionistas limitan la exposición a la moneda mexicana. El desequilibrio de oferta/demanda significa que incluso una pequeña orden de compra de dólares puede resultar en una caída descomunal del peso.

En las últimas semanas se han ido construyendo las posiciones a largo plazo del dólar y ya están listas para tomar la otra cara de la cotización, de acuerdo a información del Chicago Mercantile Exchange. Se registraron más de 65 mil contratos a corto plazo del Peso para el 13 de septiembre, comparado a los 28 mil contratos tres semanas antes. Sin embargo, pocos clientes parecen dispuestos a cuadrar sus posiciones, que se utilizan principalmente como cobertura de riesgos.

Tomemos como ejemplo el 19 de septiembre. El peso se depreció 0.4% contra el dólar, mientras 19 de 24 monedas de mercados emergentes monitoreadas por Bloomberg se apreciaron. El mismo día, el precio del crudo WTI avanzó 1.4% y la renta variable de Estados Unidos se mantuvo estable, un ambiente que típicamente impulsa al Peso sobre el dólar.

Incluso si Banxico vende dólares, el Peso podría mantenerse sin fuerza sin una política de tasas más altas. Sin un aumento “shock-and-awe” nunca antes visto, parece que el peso continuará debilitándose.

El mercado de swaps de la tasa de interés valoró en casi 40 puntos un aumento a las tasas de Banxico en su reunión del próximo 29 de septiembre.