Cuando menos van dos años consecutivos en los que un estreno de cine mexicano en el mes de febrero produce muy buenos números en taquilla a pesar de la aplastante competencia de ofertas hollywoodenses.

El primero de ellos fue “Cásese quien pueda” (Marco Polo Constandse, 2014) basada en un guión no muy original de su actriz protagónica Martha Higareda pues no era más que una variante mucho menor de una taquillera comedia norteamericana como lo fue “Novia fugitiva” (Garry Marshall, 1999) mientras que el segundo fue “A la mala” (Pedro Pablo Ibarra, 2015), que cuando menos tuvo una mejor mano en el guión por una colaboradora de probada experiencia en el género como Issa López ( “Ladies night”; “Casi divas”) el cual, trasladado a la pantalla, se apoyó en la muy buena química que logró la pareja protagónica que formaron Aislinn Derbez y Mauricio Ochmann quienes tras conocerse en el set de la misma el fin de semana pasada terminaron en la vida real en el altar.

Todo esto viene a colación porque el fin de semana pasado se estrenó en las salas de cine de nuestro país incluyendo a Saltillo una película que, siendo la apuesta de cine nacional para este mes del amor, de entrada, tenía en contra que se trata del remake de una poco conocida película argentina y en segundo lugar salió al mercado justo el mismo día en que se comenzó a exhibir a nivel mundial una de las primeras producciones más taquilleras del año desde E.U hasta México como lo fue la controvertida aventura del más reciente superhéroe del sello Marvel “Deadpool”, de Tim Miller.

Nos referimos a “Busco novio para mi mujer”, basada como se lee en los créditos finales en la película de Patagonik Films “Un novio para mi mujer” (Juan Taratuto, 2008) y que en su caso tiene al actor Arath de la Torre (“Inspiración”) interpretando a Paco, un hombre que a la usanza de los maridos del siglo pasado se dedica al trabajo y a mantener a su esposa Daniela (Sandra Echeverría, de “Amor de mis amores”), quien en lugar de ser en correspondencia una esposa y ama de casa ejemplar lo recibe diariamente desaliñada, de mal humor y reprochándole hasta el hecho de que no tenga cerillos para fumarse sus cigarros con los que consume su tiempo en el hogar conyugal.

Pero todo tiene su límite, y para Paco este ha llegado por lo que al confesar su hastío y casi repulsión por esa mujer a la que alguna vez amó a un amigo de la oficina (Mauricio Isaac), este le recomienda buscar la ayuda “profesional” de “El Tiger” (Jesús Ochoa), un seductor profesional que según cuentan “ocasionó que Salma Hayek se fuera de México” para que este se encargue de enamorar a su esposa y quitársela así de encima. El problema es que cuando “El Tiger” adelanta su plazo de un mes de lograr su cometido, y ver los cambios favorables que él provoca en Daniela haciéndolo redescubrir a la mujer de la que se enamoró, Paco decide evitar perderla, aunque parece ser demasiado tarde para ello.

Con una base firme en un buen guión adaptado en el que participó, entre otros, el cineasta Gabriel Ripstein (“600 millas”) y en segundo lugar un director  como Enrique Begné quien ya había mostrado buena mano en el drama de su ópera prima “Dos abrazos”, del 2007, “Busco novio para mi mujer” truinfó ya con el público mexicano con un segundo lugar de taquilla el fin de semana pasado frente a “Deadpool” y justo hoy va por el de EU con una bien ejecutada “dramedy” en la que tanto de la Torre como Echeverría sorprenden gratamente tanto a los amantes como a descubridores de este género.

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