Buscando un tema
Usted está aquí
Buscando un tema
Los manuales de periodismo, tanto como los viejos reporteros, advierten a tiempo y destiempo que nunca se debe empezar una frase con un gerundio. Sin embargo, estoy rompiendo con la regla pues inicié este artículo con uno y estoy enterado de que es un tiempo verbal impersonal; de ahí que lo prohíban. Impersonal es, sin la menor duda, la tarea de indagación, elección y luego redacción del tema. Son tantas las cuestiones que están en el aire como para no encontrar una importante. La razón es que todo está manoseado. Piense en el asunto de la corrupción: todo está dicho; las mejores plumas lo han expuesto; se ha comentado en televisión y en todos los diarios, sin excepción, ¿para qué remacharlo?
Piense usted en la masacre de Allende. Ahora que sabemos, gracias a una periodista norteamericana, que el origen de la tragedia estuvo en la Drug Enforcement Administration (la Agencia encargada de la lucha contra las drogas en los Estados Unidos), que imprudentemente pasó los celulares de los capos extraídos a dos delincuentes que se entregaron como testigos protegidos. El asesinato de 300 coahuilenses se debió, según la ganadora del Pulitzer, a la DEA. ¿Recuerda usted que el Gobierno mexicano haya acusado y acosado al de Estados Unidos por esa masacre? ¡No! Otra cosa, ellos también introdujeron armas a México en un estúpido plan para localizar a los compradores. ¿Les cree usted?, yo no. La DEA tiene un historial negro. Ellos asesinaron a su colega Enrique Camarena y culparon al mexicano Rafael Caro Quintero, que, por eso, pasó 28 años en la cárcel.
Sigo en búsqueda del tema de este escrito. ¿Será Odebrecht?, creo que sí. Los brasileños inundaron de millones de dólares muchos países de América Latina corrompiendo a funcionarios del más alto nivel. En cuando menos siete países los corruptos están en la cárcel, menos en Venezuela y en México. A quien recibió 12 millones lo han protegido desde el nivel más alto. La protección es tan evidente que hasta a un Procurador que estaba cerca de atrapar al corrupto, lo cesaron. Así funciona la justicia en el País, por eso no encuentro tema, porque ya fue sobreseído el caso. Y ¿quién defiende a Emilio Lozoya?, nada menos que el “Fiscal de Hierro”, Javier Coello, también llamado “El Tiburón”, que también representa a la dueña del Colegio Rébsamen, el mismo en que murieron varios niños, el mismo en que Televisa montó la telenovela de la inexistente niña Frida. Añado, como por flojera, que ese señor es un connotado priista, apreciado y admirado por los colegas de partido.
Del conflicto electoral en Coahuila hablé en no pocas ocasiones, de ahí que no me parezca interesante repetirme o repetir lo que buenos colegas que analizaron el caso desde puntos de vista diversos ya publicaron en éste y otros periódicos. Lo que añado, aunque también es repetición, es que estamos inquietos. ¿Por qué han tardado tanto las autoridades para pronunciarse?, ese es un misterio tan incomprensible como el de la Santísima Trinidad. De lo cual me declaro estupefacto (por decir lo menos).
Déjeme pensar en otro argumento; no me presione. ¡Ya está!, ¿qué tal las relaciones del Presidente o del secretario Videgaray con Donald Trump? Yo no creo que debamos enojarnos porque él quiere hacer un enorme muro de dos mil 500 kilómetros. Tiene todo el derecho porque el muro necesariamente estará situado en su país, ¿para qué meternos?, que lo haga, que gaste sus 25 mil millones de dólares para que tenga más problemas económicos ese país que viene de bajada. Si se añada esto a la terrible desgracia provocada por el huracán en Texas tendremos que Trump está entrampado. Pero creo que una cosa del muro no me pasa: precisamente entre Coahuila y Texas hay una migración constante de ida y vuelta, de muchas especies de fauna, como el oso negro, el berrendo, el puma y el pecarí. Éstos no podrán pasar por encima del muro. Malas noticias para los ecologistas tejanos, que son muy entusiastas; malas noticias para nosotros mismos.
Si me disculpan… seguiré buscando un tema, pero para el próximo domingo. Ciao.