'Buscando a Dory': Inolvidable

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'Buscando a Dory': Inolvidable

Pixar acaba de estrenar lo que deberíamos llamar ‘El Imperio Contraataca’ de su filmografía, la mejor segunda parte de su carrera

Calificación: 9 de diez

En mi mente, Pixar ni debería hacer secuelas. Pero luego me acuerdo de las de “Toy Story” y recapacito. Somos demasiado exigentes con un estudio que nos ha malcriado, entregándonos obras cinematográficas casi perfectas, que han cambiado a su paso el mundo de los largometrajes de animación para siempre. Verlos retomar personajes del pasado, se ve como una muestra de pereza. Además, ¿qué tiene de interesante Dory, si sólo era un pez de reparto chistoso en “Buscando a Nemo”? Nunca hay que subestimar a Pixar. Más que personajes divertidos y coloridos, lo que ellos saben hacer mejor es contar historias memorables. Es por eso que nos tocan profundamente y “Buscando a Dory” no es la excepción.

En nuestros tiempos, todos los personajes existentes necesitan una historia de origen. Esta es la de Dory: era una pececita feliz, pero extremadamente olvidadiza, por lo que sus padres luchaban todo el tiempo para criarla lo mejor posible, con el temor a que su discapacidad no pusiera en peligro su vida. Lamentablemente termina sola en la inmensidad del mar y mientras busca a sus padres, con el paso de los años, la memoria de ellos se desvanece hasta que se encuentra con un pez payaso llamado Marlín y lo ayuda a buscar a su hijo Nemo. Un año después, Dory recuerda que andaba buscando a sus papás y, guiada por un instinto profundo, decide ir a encontrarlos, en una odisea que la pondrá en una especie de hospital-parque acuático.

Tardé unos días en asimilar por qué había disfrutado tanto esta película. No me hizo llorar como “Toy Story 3”, ni los primeros minutos de “Up”, ni tampoco creo que tenga un tema tan conciso como el de la propia “Buscando a Nemo”. Sin embargo, estaba tan atrapado por todo lo que sucedía, en una serie de eventos que se desenvolvían con una soltura impresionante, que no pude más que ovacionarla cuando terminó (obviamente para mis adentros, no me iba a para a aplaudir en la sala de cine). Llegué a la conclusión de que si una historia se cuenta bien, con cuidado, está bien escrita y tiene personajes entrañables y bien trabajados, pocas cosas pueden salir mal. Lo que hizo Pixar aquí, más que hacer una simple precuela-historia-de-origen, fue un drama. Un drama bien hecho que ya quisieran lograr muchas películas con actores humanos de carne y hueso.

Naturalmente el corazón de todo es Dory, un personaje que pasa de ser el simple “comic relief” de “Buscando a Nemo”, a una heroína compleja, llena de matices y, aunque suene ridículo decirlo de un pez, muy humana. Así como “WALL-E” (2008), también de Andrew Stanton, director de esta película, donde una máquina sin rasgos humanoides pude transmitir muchos sentimientos, así Dory, con todo y su aspecto caricaturesco y ojos grandotes, logra ser mucho más. Así funciona esto, se trata de un buen personaje en una buena historia y podría ser un pulpo, una mantarraya o una tortuga, eso es lo de menos. La historia de Dory empieza poderosa, como un gancho directo a nuestros sentimientos y ya desde los primeros minutos, donde la vemos perdida en el mar, nos ha conquistado por completo.

Debajo de este buen relato se encuentra un tema común: las discapacidades. / Archivo

Con el debido respeto que merece la magistral escena que voy a mencionar, creo que los primeros minutos tienen un efecto similar al de la primera secuencia de “Up”. Es decir, construir todo un arco dramático que con unas cuantas imágenes nos impacta para sostener el resto de la trama. Con semejante sustento ya todo fluye muy natural. Pero, con temor a ofender a algunos, me parece que a diferencia de “Up”, “Buscando a Dory” no pierde el peso dramático de su inicio en chistes y una aventura que es más entretenimiento que cualquier otra cosa. Esta cinta sí es muy divertida, pero me parece que es más drama que cualquier cosa, incluso creo que tiene muy pocos momentos cómicos, si la comparamos con “Buscando a Nemo”, por ejemplo.

Pero claro, ya lo dije allá arriba, esta cinta no me sacó lágrimas como otros filmes del estudio. No creo que necesariamente sea un defecto. Supongo que la conexión emocional de esta historia es mucho más compleja y menos universal. Debajo de este buen relato se encuentra un tema común: las discapacidades. Además de Dory, lo vemos en muchos personajes secundarios, el pájaro que les ayuda a viajar a Marlín y a Nemo, el tiburón ballena que necesita lentes, la beluga que no puede usar su ecolocación. Incluso creo que la cinta intenta ir más allá con este tema, aunque no estoy seguro de que lo logre por completo.

Por ejemplo, creo que intenta poner sobre la mesa ciertos defectos de otros personajes, aunque no sean necesariamente cuestiones físicas. Está Marlín, que no confía en las habilidades de Dory y todo el tiempo piensa que necesita estarla cuidando, por lo que tiene que superar cierto obstáculo de su personalidad. Está el pulpo Hank y su constante mal humor y negatividad. Incluso la antes mencionada beluga, que quizá no está enferma de verdad y sí es capaz de usar su habilidad de ecolocación, tan sólo necesita superar sus inseguridades e intentarlo. Esta podría ser la lección que busca transmitirnos, pero no creo que lo logre tan bien como debería. Al salir de la sala no me llevé ninguna lección y esto sólo lo reflexioné mucho tiempo después.

La cinta sin embargo es un gran logro para ser una segunda parte. Sí me parece mucho mejor que la anterior y en lo que a segundas partes de Pixar se refiere, es “El Imperio Contraataca”. Mucho mejor que “Toy Story 2” e infinitamente superior (está a años luz de distancia) de la bastante olvidable “Cars 2” y ni hablar de “Monsters University” (que en teoría es una precuela). Me parece que esta película encuentra a Pixar en un lugar de madurez muy alto y demuestra que, a pesar del tiempo, el estudio no ha perdido calidad, aunque algunos puristas puedan argumentar lo contrario. Se trata, como saben hacer muy bien, de un filme que ofrece una aventura colorida a los pequeños y otra mucho más emocional a sus padres. Animación de calidad hecha por los indiscutibles maestros.

El dato
> Director: Andrew Stanton.
> Elenco: Ellen DeGeneres, Albert Brooks, Hayden Rolence, Ed O’Neill.
> Género: Animación.
> Clasificación: A
> Duración: 103 minutos