Usted está aquí
Buscan el amor de su vida en comunidades religiosas
¿Qué puede hacer un padre preocupado cuando su hija cristiana de veintiséis años sigue soltera? Un miembro del consejo eclesiástico de Wheaton, Illinois, optó por poner un aviso de se busca en el periódico Christianity Today en el que solicita a los posibles pretendientes que le envíen por e-mail sus calificaciones.
Christianity Today pidió disculpas por publicar el aviso a poco de haberlo hecho. El periódico observó que los lectores habían criticado con razón la publicación por ser de mal gusto. Pero el ‘aviso de empleo’ echa luz sobre una noción popular acerca de las comunidades de una fe: la idea de que son un gran lugar para conocer a tu futura pareja.
A veces, las iglesias aprovechan esta creencia y crean servicios de oración o eventos especiales para fieles solteros. Por ejemplo, la comunidad católica de Santa Mónica en la Archidiócesis de Los Ángeles organiza un servicio para jóvenes adultos los domingos por la noche, en el que nutre un ambiente en el cual la gente puede reconectarse con una comunidad religiosa y conocer gente interesante, como informó el Center for Religion and Civic Culture.
“¿Me deja atónito el hecho de que al entrar a un grupo de gente que piensa como yo, haya encontrado a alguien de quién me enamoré? No, eso no es sorprendente”, declaró uno de los participantes.
El número de parejas que se conocen en la iglesia viene cayendo desde hace quince años, en parte debido al auge de las citas online, informó el diario The Washington Post esta semana. Pero los expertos en relaciones afirman que las iglesias todavía juegan un papel para generar —y sostener— relaciones fuertes.
“Los líderes religiosos tienen una oportunidad enorme de crear lugares en los que los jóvenes se puedan juntar y aprender a conocerse de formas sanas y apoyándose mutuamente”, declaró el año pasado a Deseret News National Stephanie Coontz, profesora de Historia y Estudios sobre la Familia de la Universidad Estatal de Evergreen.
Los estudios han demostrado que las parejas que comparten un credo y prácticas religiosas son más felices que las demás, porque las actividades como el estudio de la Biblia desarrollan la confianza y la intimidad, informó The Washington Post en 2010. Además, rezar juntos puede reducir los conflictos en una pareja, especialmente cuando sus miembros se comprometen a hacerlo en las buenas y en las malas, según un artículo publicado en Deseret News en febrero.
Aunque hoy en día los estadounidenses son menos religiosos que en décadas anteriores, casi la mitad de los adultos de aquel país que participaron de una encuesta del Pew Research Center sobre matrimonio en 2014 afirmaron que compartir creencias morales y religiosas con sus parejas era muy importante para ellos.
El 48% de los adultos estadounidenses quería que su pareja compartiera sus creencias, con lo cual este era el tercer motivo más popular de la encuesta para una relación, sólo superado por tener ideas similares para la crianza de los hijos (73%) y poseer empleos estables (63%), informó el Pew.