Indianápolis. En el papel es simplemente un partido más de temporada regular.

Pero pueden estar seguros de que los Patriots de Nueva Inglaterra tienen este encuentro ante los Colts de Indianápolis circulado en sus calendarios hace rato.

Después de todo, fue justamente aquel Campeonato de Conferencia el instigador del “Deflate Gate” del cual hablamos durante meses posteriores a aquel partido, que con o sin ovoides desinflados fue paliza de los Patriots.
Curiosamente, la ofensiva de Nueva Inglaterra luce incluso más dominante que el año pasado con la adición de Dion Lewis, que a veces prueba ser muy difícil de tacklear para sus rivales.

Los Patriots tienen récord de 4-0, su entrenador Bill Belichick tiene una historia de apretar el acelerador aún más cuando su rival ya está derrotado, y pueden estar seguros que si por ellos fuera, le anotan 60 a los Colts para humillarlos como Nueva Inglaterra piensa hizo Indianapolis con ellos.

Claro está que nadie forzó a los Patriots a romper las reglas, pero los equipos utilizan cualquier herramienta de motivación viable.

Los Colts no han comenzado la temporada de buena manera. Es cierto que la salud de Andrew Luck ha sido factor, pero aun cuando estaba saludable, el mariscal de Indianapolis lanzó siete intercepciones en tres partidos.

Luck no jugó en los últimos dos compromisos, pero estaría listo para hoy por la noche. Todavía está por verse cuánto influyó ese hombro malogrado en su mal inicio de campaña, pero para mantenerse saludable, su línea ofensiva lo va a tener que proteger mejor y Andre Johnson tendrá que repetir más actuaciones como la más reciente, considerando que antes que el pasado jueves, había brillado por su ausencia.