Burlan ley que prohíbe tables dance en Coahuila
Por Francisco Rodríguez
Edición: Kowanin Silva
Diseño: Edgar de la Garza
El ‘table dance’ en Coahuila evolucionó. Desde la prohibición en 2012 de estos giros, muchos sitios del Estado, supieron darle la vuelta a la ley y mantener el negocio. Lo único que hicieron fue adaptarse a los nuevos tiempos: las mujeres no llevan el espectáculo al tubo ni se desnudas. El sexo, la venta de caricias, los privados, la exhibición cuasi desnuda de las mujeres, todo se mantiene.
Es un viernes por la noche y en uno de estos establecimientos que burlan la ley, se hallan 12 mujeres a flor de piel: con faldas entalladas, escotes pronunciados, vestidos transparentes que dejan ver la ropa interior. Según el penúltimo párrafo del artículo 65 de la Ley para la Regulación de la Venta y Consumo de Alcohol en el Estado de Coahuila de Zaragoza, está prohibida la presentación de espectáculos con personas desnudas o semidesnudas o en los que la vestimenta de los participantes permita al espectador ver en todo o en parte los órganos reproductores externos o la región genital y además, en el caso de las mujeres los senos”. Ahí estriba, quizá, una primera laguna en la ley: presentación de espectáculos. Las mujeres semidesnudas de este lugar no presentan ningún espectáculo. No bailan. Solo esperan por un hombre ávido de desembolsar unos pesos a cambio de arrumacos.
No hay algún dj como en otros tiempos. La música se proyecta a través de una pantalla. En el lugar bailan las luces de neón al ritmo de música de banda, norteña o corridos: “…Un amigo se metió a la mafia porque pobre ya no quiso ser. Ahora tiene dinero de sobra, por costales le pagan al mes. Todos le dicen el Centenario…”, dice la letra que suena en el lugar y las mujeres corean la canción.
Llego con un amigo y nos sentamos en la parte de atrás. Apenas sirven la primera cerveza y dos mujeres, una con vestido azul entallado y otra con un vestido negro transparente que deja a la vista la piel, se acercan a nosotros.
-Yo pensé ya no existían estos lugares –le suelto a la del vestido azul.
-Todo sigue igual, nomás ya no bailamos porque ya no podemos.
-¿Hay privados, puedes tener sexo, todo sigue igual?
-Sí. Los privados valen 150 pesos cuatro minutos y por tener sexo mil 600.
-Hoy está tranquilo.
-A veces sí hay variedad y bailamos pero ya no como antes, con tubo.
-¿Y tú qué opinas que hayan prohibido el table como era antes?
-Pues ya ves cómo es Moreira… Dicen que va a regresar a ser como antes. Yo digo que está mal. No hay nada de narco ni nada. Sí hay peleas o gente que se pasa de lanza con las chicas pero bien tranquilo.
- ¿Ustedes están aquí como qué?
-Se puede decir que como meseras.
“Marisol”, nombre ficticio de la mujer de vestido azul, cuenta que tiene cinco años trabajando en el lugar. Antes, el lugar era oficialmente un legendario table dance. Marisol no tiene otro trabajo. “Con tanta desvelada no podría”, se excusa.
-¿Me invitas una copa? –me pregunta después del cortejo protocolario.
-Acabo de llegar. En otra ocasión –me escabullo.
Invitarle una copa hubiera significado desembolsar 150 pesos por tenerla a mi lado el tiempo que tarda en bebérsela. Hubiera tenido “derecho” a caricias y agasajos; a que mi mano se paseara libremente por su cuerpo, como lo hace un hombre treintañero con una chica del lugar a lado de nosotros. Hubiera tenido ‘derecho’ a bajarle el escote y manosear sus senos, como lo hacen enfrente de mí un cuarentón y un muchacho albino con otra chica del lugar. Sería como en cualquier otro table dance.
Sin embargo, en Coahuila, la fracción XV del artículo 65 de la Ley para la Regulación de la Venta y Consumo de Alcohol, prohíbe que en los establecimientos que venden bebidas alcohólicas permitan que “los clientes tengan cualquier tipo de interacción que implique contacto físico impúdico con las meseras o meseros, artistas que se presenten, bailarinas o bailarines o cualquier empleada o empleado del lugar”. Al hombre cuarentón y al albino no les interesa.
Le dan la vuelta a la ley
Pasadas las 11 de la noche, entran al lugar policías municipales, inspectores y soldados. Un hombre pide que apaguen la música y grita: “Es una inspección… Los hombres se van a la izquierda y las mujeres a la derecha”.
“Yo soy homosexual”, grita un hombre ya entrado en alcohol pero nadie ríe ante la broma. Los policías locales empiezan a registrar a los clientes. Ponemos llaves, celular y cartera en las mesas para que los oficiales palpen por algo ilegal en los pantalones.
Los inspectores revisan los permisos. Este lugar, tiene la licencia de funcionamiento de un restaurante-bar, que ante la ley significa comercializa alcohol acompañado o no de alimentos. Verifican que las mujeres cuenten con su permiso sanitario, lo que confirma que son sexoservidoras.
Sergio Ayala, director de Inspección y Verificación del municipio de Torreón, explica que para aplicar la ley, se necesita la flagrancia de los hechos, observar la falta del reglamento en el momento; cuando presta un servicio como trabajadora sexual, cuando se halla desnuda. Esa noche, los inspectores no hallan nada.
Cuenta el caso de un establecimiento en Torreón, donde hace 10 meses trajeron un artista y presentaron un espectáculo donde prácticamente tenían sexo. “Nos trajeron videos de todo, pero yo no puedo clausurar un establecimiento con un video”, explica.
Ese establecimiento, del cual Ayala prefiere omitir el nombre, solicitó un permiso para presentar espectáculos con desnudos y bailes eróticos, tema que está prohibido por ley. En el último año, al menos cuatro establecimientos llegaron a solicitar permiso para presentar estos shows. A todos se les negó.
Visito entonces otro pionero table dance en el Estado, que al igual que el anterior, ofrece “mujeres de compañía” que pueden acceder a bailes privados en sofás que cierran con cortinas, y sexo en recámaras contiguas. No bailan ni hay shows. De hecho, la licencia de funcionamiento de este bar, además de restaurante bar, es de “casa de huéspedes”. Sin embargo, este establecimiento abre y cierra constantemente.
Desde que se reformó la ley no se ha concretado ninguna sanción en el estado. En la región sureste, centro y norte de Coahuila, los table dance se extinguieron y sólo quedaron las cantinas a donde entran trabajadoras sexuales y se les paga 15 ó 20 pesos por bailar con ellas. El sexo no sucede en el lugar. En Torreón también se hallan estos lugares, hay al menos 15 lugares de este tipo.
“En todos los establecimientos pedimos el control sanitario. Hace poco clausuramos ‘La pasadita’ porque había 8 trabajadoras sexuales sin control. Clausuramos ‘Los pinos’ porque había 30 mujeres.”, comenta Sergio Ayala.
-¿Entonces los establecimientos donde antes era table dance, entran ahora como estos negocios?
-Vamos a hacer una inspección a fondo para ver qué está pasando. Ya tenemos la alerta y necesitamos la flagrancia, las evidencias, fotografías y presentamos la denuncia.
En La Laguna, los table dance eliminaron el espectáculo del baile y el desnudo arriba de la plataforma. No cobran dinero por bailar. No al menos 15 ó 20 pesos. Hay una pista de baile y cuando los clientes ‘contratan’ por una copa a una de las chicas, suelen bailar con ellas música de banda.
También se modificó la Ley de Asentamientos Humanos y Desarrollo Urbano del Estado, donde prohibió “la autorización de uso de suelo y de licencia de construcción para casinos, casas de apuestas, juegos de sorteos y similares, cualquiera que sea su denominación, así como de los denominados “table dance” o centros donde se presentan espectáculos con personas desnudas o semidesnudas o en los que la vestimenta de los participantes permita al espectador ver en todo o en parte los órganos reproductores externos o la región genital y además, en el caso de las mujeres los senos…”.
La ley permite el giro de ‘ladies bar’, que es aquel “establecimiento donde se expenden bebidas alcohólicas a clientela femenina y masculina para su consumo inmediato, pudiendo contar con espacio destinado para bailar y servicio completo de restaurante”.
Así mismo, en el artículo 4 en el glosario de términos aparece en el inciso IV la palabra “Cabaret”, a la que la Ley denomina como los “establecimientos en donde se expenden bebidas alcohólicas en envase abierto o al copeo y se presentan espectáculos exclusivamente para adultos”. En ninguna parte de la ley se detalla lo que comprenden los “espectáculos exclusivamente para adultos”. Lo que es un hecho es que los cabarets están permitidos.
Sergio Ayala, director de Inspección y Verificación del municipio de Torreón, confirma que tienen establecimientos que entran dentro del giro del cabaret.
-¿Qué entra en espectáculos para adultos? –le pregunto.
-Es el baile que se puede dar entre la mujer y el hombre, que se tomen una copa. No estamos permitiendo que se dé el trabajo sexual.
- ¿No los limita o restringe el hecho que se permitan los cabarets, con esta definición?
-No porque no vamos a encontrar espectáculos que atenten contra la moralidad.
-¿Es limitante también no saber hasta dónde es semidesnudo?
-Trabajamos como presumiblemente. Semidesnudo es un bikini, un traje de dos piezas y en el hombre una trusa.
-¿Y la ‘interacción impúdica’ de la que habla la ley?
-Puedes interactuar, bailar y salirte del lugar y te vas a un motel, pero ahí no se da. No hemos encontrado que se esté dando esa situación en el lugar.
No lo han encontrado pero los llamados “privados” siguen funcionando. En los bares visitados, las mujeres piden a los encargados que les autoricen entrar al cuarto de los privados. Los encargados, con radio en mano, entregan un talón a las mujeres cuando el cliente paga los 150 pesos. Entran y el encargado se queda custodiando el cuarto. Mira el reloj, sonríe a lo lejos con otro encargado. Habla por radio. Cuatro minutos: “Sonia, tiempo”. Y la mujer sale.
Además, no se permite el sexo en esos lugares pero sí se reconoce que existen las llamadas ‘salas de masaje’.
Aunque se ha negado la apertura de nuevas ‘salas’, Existen 16 registradas, 14 funcionando. “No hay reglamentación, no se permiten pero tampoco se prohíben. Pedimos el control sanitario”, refiere Ayala.
Según la ley, a los que den un uso de suelo para table dance, la sanción es equivalente al importe de cinco mil a 10 mil veces el salario mínimo vigente.
En la Ley para la Regulación de la Venta y Consumo de Alcohol existe un error. En el artículo 70 fracción X inciso h del apartado de sanciones, se establece que “se revocará la licencia y multa de hasta mil quinientos días de salario mínimo vigente cuando se violen las prohibiciones establecidas en la fracción XVI del artículo 65 y en el penúltimo párrafo del mismo precepto”. La revocación debió especificarse para la fracción XV, que es la que habla sobre que los clientes no pueden tener “contacto físico impúdico con los empleados del lugar”.
En la exposición de motivos para prohibir los table dance y también casas de apuestas, el gobernador Rubén Moreira relacionó a estos giros como fuente de financiamiento de la delincuencia organizada. “De ahí la imperiosa necesidad de inhibir cualquier actividad que provoque inseguridad en el Estado, y una manera de lograrlo es evitando la instalación y funcionamiento de ese tipo de establecimientos”. También para combatir fenómenos como la trata.
470 mujeres desaparecidas en Coahuila
Silvia R llegó a su casa cerca de la media noche de un sábado de julio de 2011, en Torreón. Les dio un beso a sus dos hijos y les dijo que los amaba mientras ellos dormían. “Regreso en dos horas”, le aseguró a su madre y se despidió. Jamás regresó. Trabajaba en uno de cinco ‘table dance’ que existían en ese entonces en la ciudad, antes de que fueran prohibidos en 2012.
Silvia era madre adolescente desde los 15 años. Abandonó los estudios y se puso a trabajar. Antes de entrar como bailarina en el table, laboraba para un restaurante de tacos de la localidad. Su madre cuenta que un día se topó con una amiga en el Bosque Venustiano Carranza. ?Estás altota y con cuerpote, vente a trabajar acá -la invitaron.
-Mi hija era alta, muy guapa, blanca, con ojote. Se emocionó. Le dije y le pedí que no, que no era necesario, pero no me hizo caso. Después siempre le pedía que se saliera, que estaba muy feo -cuenta “Ángela”, la madre que pidió el anonimato. Silvia tenía 17 años.
Esa madrugada de un sábado de julio de 2011, un taxista regordete que solía transportar a las mujeres que trabajaban en el table, llegó hasta la casa de Silvia y sus papás. Arribó con dos litros de leche y pan. “Aquí les traigo”, le dijo a la madre de Silvia. “¿Dónde está mi hija?”, preguntó Ángela. “Los jefes son los jefes, hasta que ellos digan”, respondió el taxista sin dar más explicación.
Ángela buscó a su hija en el table dance donde trabajaba, al oriente de Torreón, pero se topó con el rechazo. Preguntó y encontró el silencio, el miedo quizá. A los pocos días, la madre recibió una llamada a la casa:
-No le mueva sino le puede pasar algo al güero (nieto) -la amenazaron del otro lado del auricular.
-¡Pero dónde está!, gritaba la madre.
Y colgaron.
Ángela buscó una y otra vez al taxista pero éste siempre le colgaba el celular o le daba la vuelta si se encontraban en alguna parada. Al poco tiempo Ángela lo reconoció en una nota de un diario local. Al taxista regordete que transportaba a su hija y que llevó leche y pan la última noche, lo habían encontrado muerto en un paraje del municipio de San Pedro, a 60 kilómetros de Torreón.
El temor encarceló a la madre y la orilló a esperar. En tres años, Ángela optó por guardar silencio y no denunciar. Hasta que un día de 2014 se desempolvó el miedo y denunció. Primero fue a Províctima, donde le tomaron muestras de ADN y después fue a la Procuraduría General de Justicia.
De 2007 a 2015, según datos del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), desaparecieron 416 mujeres en Coahuila, de las cuales 270 (65%) tenían entre 14 y 30 años. En 2011, el año de la desaparición de Silvia, 42 mujeres entre 14 y 30 años no regresaron a casa en el estado.
“Ya son años sin ninguna pista. Junto con ella desaparecieron otras dos muchachas que también trabajaban en el mismo lugar”, comenta Ángela. “El mayor de mis nietos se ha vuelto un niño muy rebelde y por momentos lo miro deprimido. Pregunta por su mamá y le decimos que después regresa pero ya no cree”. En los primeros meses, a su casa entraban llamadas donde no colgaban ni hablaban. Solo se escuchaba el silencio.. Después nada. El próximo 19 de septiembre, su hija Silvia cumplirá apenas 25 años.
¿Qué dice la ley?
De acuerdoa Ley para la Regulación de la Venta y Consumo de Alcohol en el Estado de Coahuila, está prohibida la presentación de espectáculos con personas desnudas o semidesnudas.
Huecos legales
En ninguna parte de la ley se detalla lo que comprenden los “espectáculos exclusivamente para adultos”. Lo que es un hecho es que los cabarets están permitidos.
Mujeres en riesgo
De 2007 a 2015, según datos del Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas
(RNPED), desaparecieron 416 mujeres en Coahuila, de las cuales 270 (65%) tenían entre 14 y 30 años.
Inspección realizada en un bar que operaba como table dance.
Ahora se hacen llamar bares y lo único que cambió es que las mujeres ya no bailan en el tubo, sino bailan
entre los posibles clientes, lo acompañan en su mesa e incluso pueden acompañarlo a un privado con servicio completo.