Es un coche tan exclusivo que se ha convertido en el primer vehículo de producción del mundo en incluir unos limpiaparabrisas de fibra de carbono. Este detalles es uno de los muchos que hacen del Bugatti Chiron Sport una variante tan especial que mejora lo que parecía inmejorable. Esta evolución del Chiron presentada en el Salón de Ginebra 2018 convierte el superdeportivo en algo todavía mejor porque ofrece una conducción aún más deportiva.

El motor no ha cambiado, pero el modelo cuenta con una suspensión un 10% más rígida, un sistema de dirección mejorado y un diferencial trasero con reparto del par vectorial entre las ruedas traseras. Esto se traduce en un paso por curva más rápido y en cualidades dinámicas superiores.

Otra de las modificaciones que hacen que el Bugatti Chiron Sport sea más ágil es una reducción de peso de alrededor de 18 kilos, gracias al uso de nuevas piezas ligeras. Los mayores ahorros han sido posibles gracias a las nuevas llantas ligeras, junto con un mayor uso de fibra de carbono, por ejemplo para el estabilizador, la cubierta del intercooler o los limpiaparabrisas.

El Chiron Sport también cuenta con un cristal trasero más ligero y con un nuevo deflector de escape. Como resultado de todas estas mejoras, esta versión del supercoche ha registrado un tiempo cinco segundos más rápido en el circuito de prueba de Nardo (Italia).

El fabricante ha dejado intactos los 1.500 CV de potencia que desarrolla el motor W16 de 8.0 litros y cuatro turbocompresores, por lo que las prestaciones puras se mantienen también iguales. Alcanza los 420 km/h (limitados electrónicamente) y acelera desde parado hasta los 100 km/h en 2,5 segundos, llega a 200 km/ en 6,5 segundos y a 300 km/h en 13,6.

El Bugatti Chiron Sport, disponible en cuatro colores, costará 3 millones doscientos 33 mil dólares aproximadamente, y estará listo para entregar a los clientes a finales de este año, según anuncia la marca.