El último de los precandidatos de los grandes partidos ya inició su propia carrera. Sólo faltan los independientes. Me refiero por supuesto a los comicios de julio del 2018. PRI con Meade, el PAN con Anaya y AMLO  por tercera ocasión, ahora con MORENA, la franquicia de su propiedad.

Buen inicio para la democracia, con postulantes de fuerza equilibrada. EL PRI con todo el andamiaje y la ventaja que otorga ser el partido gobernante. Recursos e instrumentos jurídicos a su servicio, los coahuilenses sabemos de esto. Pero con gran desprestigio por las desmesuradas corruptelas del actual Presidente y su gabinete. El PAN y su candidato quien fue el único que inició con un discurso criticando a los expresidentes del PAN, algo que Meade no pudo hacer , ni hará nunca, la continuidad y la protección a la corrupción es la divisa priísta desde tiempos dinosáuricos.  Y AMLO con sus dislates, como siempre, “señores narcos yo los perdono”. Dudo que las miles de víctimas rubriquen esta astuta actitud compra votos. Los tres candidatos con sus fortalezas y debilidades. Ahora como nunca, la memoria de los votantes será importante a la hora de decidir la forma de cruzar la boleta.  

En Coahuila tenemos motivos para repudiar, el fraude electoral reciente y el cinismo del gobernante y su candidato que se ha “volvido” gobernador. EL reciente descubrimiento de miles de restos óseos en nuevas fosas clandestinas que nos recuerda la temporada de  siembra de cadáveres  gracias a la complicidad de gobiernos, jueces y fascinerosos. Y el tiempo de gritos y reclamos de los panistas para exigir el respeto al voto. Tres antecedentes que en Coahuila habrá de modelar nuestro voto.  

El año electoral se ha iniciado, el alud de mensajes ya están tocando en la puerta. Las promesas caerán como la lluvia y la nieve, aunque no queramos llegarán por todos los resquicios, saber escuchar y no perder la memoria será nuestra única defensa ante las patrañas y mentiras. 

La del estribo

Tiempo de nieve, de frío, de chocolates y brindis. De galletas y abrazos y besos y buena vibra, es tiempo para querer, como debiera ser todo el año, como deberíamos hacerlo siempre. Este escribidor agradece a sus lectores su compañía durante todo este año e inicia un tiempo de relajamiento. La llegada de los nietos, de las desveladas a gusto, de las  borracheras conocidas como posadas, de los bailes, los ponches y los tequilas. Esta andanada de actividades me impedirán reflexionar  para escribir con la responsabilidad y el respeto de siempre, prefiero brindarles mi agradecimiento y desearles felices y que el final de este año sea de fiesta para recibir el 2018 con más bríos y alegría. Nos leeremos de nuevo en Enero. ¡Salud!     
 
La Querella infinita
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx