Buen Fin o Black Friday, ¿en qué son diferentes?

Usted está aquí

Buen Fin o Black Friday, ¿en qué son diferentes?

Archivo
En 2012 un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM encontró que 75% de las ofertas no correspondía a descuentos, sino a facilidades de pago

CIUDAD DE MÉXICO.- Este fin de semana se llevará a cabo una edición más de El Buen Fin en México, evento que año con año ha buscado incrementar las ventas previo a la temporada navideña.

Inspirado en el Black Friday de Estados Unidos que ofrece una gran cantidad de descuentos, la versión mexicana se aleja mucho del esquema que maneja el país vecino.

En México, El Buen Fin no se traduce en descuentos superiores al 50% como en Estados Unidos, sino en facilidades de pago a meses sin intereses, lo que no representa un ahorro real para el consumidor.

Entérese: Esperan sumar 8 mil negocios a Buen Fin en Coahuila

El año pasado Excélsior realizó un recorrido por diferentes tiendas y, con base en una lista de precios hecha un mes antes, comprobó que la mayoría de los productos tenían precios similares, pero se facilitaba el pago a plazos.

Este es un problema que ha tenido el programa desde el inicio. En 2012 un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM encontró que 75% de las ofertas no correspondía a descuentos, sino a facilidades de pago; mientras que los descuenos alcanzan sólo el 12% en promedio.

Un sondeo de Mitofsky del año pasado encontró que la percepción entre la población no es diferente. Tres de cada cuatro respondió que cree que las ofertas son falsas y sólo suben los precios.

Lea más: A pocos días del Buen Fin aumentan precios de electrónicos hasta 32%

Para este año la percepción puede ser peor, ya que los principales productos comprados en El Buen Fin han subido de precio debido a la depreciación del peso frente al dólar, como lo dijo Profeco hace unos días y como confirman las cifras de inflación del INEGI.

Además, más allá de impulsar las ventas de la temporada de fin de año, la falta de descuentos ha hecho que los consumidores sólo trasladen las compras de diciembre a noviembre.