Usted está aquí
'Broma' de niños deja a vendedor de globos envuelto en llamas
Filipinas. Un vendedor ambulante sufrió quemaduras de segundo grado cuando un grupo de niños le prendieron fuego a sus globos de hidrógeno como broma
Un vendedor ambulante sufrió quemaduras de segundo grado después de que un grupo de menores de edad prendieron fuego a sus globos como una broma.
Oliver Rosales, de 29 años, estaba sentado debajo de los globos llenos de hidrógeno frente a un ayuntamiento en Manila, Filipinas, la semana pasada cuando jóvenes crueles llevaron a cabo la broma.
Las imágenes muestran el momento en que los menores de edad le prendieron fuego a los globos, antes de que exploten en una bola de llamas que envuelve a Rosales.
#LoMásVisto | ?? Niños prenden fuego a vendedor de globos; hombre sufre quemaduras de segundo grado -> https://t.co/z6fq0Ho1Dj pic.twitter.com/m85Wto7xJq
— El Horizonte (@ElHorizontemx) February 19, 2020
A pesar de sus heridas, Rosales dice que había perdonado a los adolescentes y reveló que sus padres pagarán los gastos médicos.
Él dijo: "Son solo niños pequeños. No saben nada. Los perdono porque sé que cuando sean mayores se darán cuenta de lo insensato que fueron".
En el video, se ve a Oliver caminando con sus globos con temas de dibujos animados antes de detenerse para descansar junto a un conjunto de escaleras.
Luego se ven cuatro niños alrededor de las escaleras y uno de ellos se acerca y usa un encendedor para prender fuego a un globo antes de que él y sus amigos escaparan.
El globo se enciende rápidamente y prende fuego a los demás mientras Rosales se encontraba debajo de ellos, aún sin darse cuenta del peligro.
De repente, una enorme bola de llamas se arremolina alrededor del vendedor, derritiendo los globos y el hombre sale corriendo a la banqueta.
Una vez que las llamas han disminuido, se puede ver humo saliendo de Rosales, quien salta en agonía.
Intenta empujar un trozo de globo derretido de su pierna antes de centrar su atención en otro trozo que parece haberse fusionado con su cabeza.
En el piso cerca de las escaleras, los restos de los globos todavía estaban en llamas.
Las fotos muestran las terribles lesiones en los brazos y piernas de Rosales, que están cubiertos de ampollas llenas de líquido.
Hablando de sus heridas, Rosales dijo: "Las cicatrices estarán en mi cuerpo por mucho tiempo. Quizás por siempre. Aunque todavía tengo que trabajar. Los padres de los niños que lo hicieron pagaron mis gastos médicos y globos nuevos".