LOS ÁNGELES.- Entre 2005 y 2010, Britney Spears vivió algunos de los años más convulsos de su vida. En ese lustro, su carrera se tambaleaba, se divorció, estuvo ingresada por problemas psiquiátricos, perdió la custodia de sus dos hijos —Jayden y Sean— y, según se ha conocido en un juicio en el que ahora está enzarzada con su exmanager, estaba tan enganchada a las drogas que llegó a dormir en un aparcamiento. 

     Sam Lutfi, que fue representante de la cantante de Womanizer, la ha demandado alegando que la artista le debe dinero del tiempo que estuvieron trabajando juntos. Los documentos judiciales, presentados por el propio equipo legal de la estrella, indican que en esos años Spears estaba “luchando contra su adicción”. Por su parte, Lutfi asegura que había hecho un acuerdo verbal con ella para gestionar su carrera siempre y cuando Spears dejase de consumir drogas a finales de 2007.  

    Todos estos datos aparecen en los documentos judiciales presentados en la Corte de Apelaciones de California (EU). En ellos se detalla, además, el desarrollo de los acontecimientos del día en que Spears perdió la custodia de sus hijos: “El 1 de octubre de 2007, a Britney Spears le quitaron la custodia legal de Jayden y Sean. Pasó la noche en un aparcamiento, después llamó a Sam (su mánager) y le dijo que él era una de las pocas personas en que confiaba”.

     Estuvieron viviendo juntos desde el día siguiente hasta principios de 2008, cuando sucedió otro de los incidentes que ocuparon titulares en todo el mundo. En enero de ese año, Spears se atrincheró en casa con sus dos hijos para no dárselos al padre. Al final todo quedó en un susto, y el portavoz de la polícia dijo que la enviaron al hospital porque había tomado “una sustancia no reconocida”.