Brinda Joselito Adame una soberbia tarde en la Monumental Plaza México

Usted está aquí

Brinda Joselito Adame una soberbia tarde en la Monumental Plaza México

El primer toro de Montecristo, muy débil, parecía que se iría arrastrado sin más historia pero Adame, cuando el animal estaba ya muy apagado, ejecutó una buena tanda por la derecha seguida de circulares y manoletinas.


El mexicano Joselito Adame abrió la puerta grande de la Plaza México al cortar dos orejas a su primero y otra a su segundo ante un lleno en el numerado en la primera Corrida de Aniversario en la Monumental.

El peruano Andrés Roca Rey logró un apéndice mientras que el torero Ernesto Javier "Calita" y el rejoneador Diego Ventura no obtuvieron premio alguno.

Los toros de Montecristo resultaron muy escasos de fuerza. De los lidiados para el rejoneo, de el hierro de El Vergel, fue uno fijo y con recorrido y el otro un inválido sin trapío.

Gran aspecto el de la Plaza México esta tarde, con los tendidos a rebosar de un público que estuvo del lado de los de luces dejando pasar por alto la endeblez de los animales que saltaron al ruedo a la hora de juzgar el quehacer de los matadores.

Con solo dos tandas claras de muleta, una por toro, al final de las faenas y varios adornos muy encima del toro, ya una vez los animales estaban extenuados, logró Joselito salir por la puerta grande de la calle Augusto Rodin.

El torero mexicano Joselito Adame lidia con su toro Agradecido de 526 kg durante la decimotercera corrida de la temporada grande este lunes en la Plaza de Toros México, en Ciudad de México, México. Foto:EFE

Clave en su éxito fue finalizar con dos estocadas certeras. El primer toro de Montecristo, muy débil, parecía que se iría arrastrado sin más historia pero Adame, cuando el animal estaba ya muy apagado, ejecutó una buena tanda por la derecha seguida de circulares y manoletinas.

El toro rodó sin puntilla y el público enardecido pidió las dos orejas que el juez otorgó a regañadientes.

Con su segundo, sexto de la lidia, Joselito brilló al capote con unas zapopinas. La faena de muleta contuvo pases sueltos al natural y sobre todo se basó en alardes de valor con un toro desfondado desde el inicio de la faena.

El mayor mérito de Adame fue evitar que se cayese el animal, el burel presenció todos los lances casi inmóvil y con la lengua fuera. Joselito fue de nuevo eficaz con el acero, otra vez el público pidió con alboroto las dos orejas que esta vez sí el juez de plaza se negó, con razón, a dar.

La otra oreja de la tarde la cortó el peruano Andrés Roca Rey en su primer toro, al que toreo a media altura ligando al principio de la faena de muleta con temple.

No arriesgó al natural y un pinchazo y una estacada caída culminaron la faena. El que cerró festejo, muy manso, no dio opciones ni Roca Rey apretó para repetir su triunfo de la reciente Corrida Guadalupana, el 12 de diciembre.

El torero mexicano Joselito Adame lidia con su toro Agradecido de 526 kg durante la decimotercera corrida de la temporada grande este lunes en la Plaza de Toros México, en Ciudad de México, México. Foto: EFE

Ernesto Javier "Calita" estuvo en todo momento determinado a mandar sobre sus rivales. Toreó muy bien a su primero con tres tandas seguidas, a la mano derecha, muy largas y ligadas sin mover la zapatilla.

Con ese toro, el mejor de Montecristo, se equivocó "Calita" al no querer torearlo al natural hasta no tener el estoque de matar en la mano y cuando lo hizo estuvo impreciso.

Aun así de no haber fallado con los aceros, mató al sexto descabello, hubiese obtenido premio. Al séptimo de la tarde "Calita" lo bregó hasta meterle en la muleta con mucha pureza y sin querer aprovechar la embestida

Tres pases del desdén seguidos muy ajustados gustaron al público y de nuevo el fallo con el estoque impidió quizás que el torero mexicano se fuese con un apéndice.

No pudo Diego Ventura repetir su éxito de la apertura de la temporada cuando indultó un toro.

Con el buen primero tardó en realizar una monta arriesgada y además pinchó con el rejón de muerte. Su segundo toro fue un inválido que debió ser devuelto y nada pudo hacer el jinete.