Luego de recibir el Premio Nacional del Deporte, en su modalidad de promotor, este martes en Monterrey el empresario Carlos Bremer va a dar una conferencia de prensa y va a estar rodeado de celebridades del deporte, en donde se cuentan a Adrián González y “El Canelo” Álvarez, entre otros.

Por cierto, el 6 de mayo próximo, en Las Vegas, Álvarez peleará con el hijo de la leyenda, Julio César Chávez, en un combate que seguramente llenará el lugar donde se realice la pelea.

Muchos mexicanos estarán presentes a pesar de Trump, porque en el vecino país del norte el 5 de mayo es una fecha que se celebra.
En cuanto a Bremer, este sigue muy activo en el plano deportivo y en marzo es uno de los personajes clave en la realización del clásico mundial (zona latinoamérica) que se jugará en Guadalajara. El regiomontano ha estado muy cerca de la franquicia de los Charros de Jalisco que juega en la Liga Mexicana del Pacífico.

Y esa cercanía con el beisbol, que tuvo también con los Sultanes de 2005 a 2008, aproximadamente, debería ser aprovechada en el futuro cercano por los directivos que plantean una liga que piense en el Rey de los Deportes como un negocio para todos, no sólo para unos cuantos.
Bremer tiene relación con grandes empresarios nacionales y podría comenzar a “scoutear” futuros inversionistas que lleguen a rescatar a esos equipos que actualmente viven del gobierno.

También podría analizar plazas que realmente tengan posibilidades de salir adelante con un mercado mínimo de 500 mil habitantes y un buen parque de pelota. Chihuahua podría ser una de ellas.

Es tiempo de unir esfuerzos en torno a un beisbol mexicano fuerte, productor de peloteros y abierto a todas las posibilidades que lo hagan brindar un espectáculo al público que paga el boleto. Ser desarrollador y espectacular si se puede, es cosa de ponerse a trabajar todo el año.

Bremer para Alto Comisionado, sería una excelente idea.

Plinio debe quedarse
Así como la Minor League le pidió a los dueños de equipos mexicanos jugar la Temporada 2017 sin cambios con respecto al año pasado, fue muy justo que le permitieran a Plinio Escalante mantenerse como presidente del circuito. El yucateco es uno de los mejores dirigentes que ha tenido la LMB en su historia.

Tener contentos a 16 presidentes de equipos no es tarea fácil, y menos en un ambiente donde a veces los estatutos se quedan en el archivo y los agandalles surgen de repente.

La labor de Escalante ha sido tan buena que hace poco tiempo le extendieron un contrato por 2 años, mismo que fue “invalidado” de manera absurda el 11 de enero, en una asamblea patética.

Pero la MILB le dio a Plinio el voto de confianza cuando le dijo a los directivos que sería con el único que se sentarían a tratar de poner orden a la Liga Mexicana.

Según el reporte, lo que más preocupó a los norteamericanos fue el distanciamiento que hay entre los dos bandos que forman la LMB.

Sacar adelante la Temporada 2017 será un éxito, pero no cabe duda que en 2018, además de nuevo presidente de la República, tendremos también una nueva liga o quizás dos. Hay tiempo para planear un cambio suave en el que Diablos y Sultanes decidan si se quedan a jugar en el sistema anterior o se unen a un contexto de propiedad privada en el que los gobiernos apoyen, pero sólo prestando los parques de pelota.

Por lo pronto, hoy martes sabremos la decisión de la MILB sobre la cantidad de mexico-americanos que van a tener los equipos en la temporada de verano. Se dice que serán los mismos y que simplemente no podrán aumentar con respecto al año anterior. Veremos.

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