Dicen los alemanes y dicen bien, que después de dar un paso resulta inevitable dar el siguiente o te caes… El  primer paso consistió en promulgar la reforma educativa, el segundo, en aplicarla a como diera lugar. Ni la tristemente célebre pareja presidencial, ni Calderón instrumentaron dicha reforma imprescindible para construir un México digno y competitivo, un trío de cobardes que no se atrevió a someter al rigor de la ley a la CNTE por más desmanes que ocasionaron en Oaxaca y en los estados más pobres y rezagados de la Federación. Lejos, muy lejos quedaron aquellos juramentos, como “protesto guardar y hacer guardar la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella manen y si no lo hiciere que la patria me lo demande…” Y bla y bla y bla y otro bla… ¿La patria…? ¿Qué eso? ¿Cuando ha demandado la patria a nadie si es sorda, ciega y muda…?

¡Claro que resultaba inaplazable encarcelar al tal Rubén Núñez, líder de la coordinadora acompañado de sus secuaces que estaban destruyendo el desarrollo de cientos de miles de pequeñitos, a quienes injustamente se les estaba cancelando su futuro, un futuro de hecho muy complicado si no se pierde de vista la pésima educación que recibían,si es que la recibían…! ¡Claro que la cárcel, sea o no un pretexto político ante la magnitud del daño ocasionado en las personas más nobles y desinteresadas de México, como sin duda lo son nuestros hijos! Sólo espero que la denuncia presentada por la PGR no se caiga en las escalinatas de los tribunales porque no se cumplió con el debido procedimiento. Sería imperdonable…

 La principal preocupación que abrigué en lo personal en relación a las elecciones del 5 de junio, consistió en que Morena no ganará las gubernaturas de Veracruz ni de Zacatecas porque un gobernador sometido a la tiranía de López Obrador, sin duda, hubiera convocado a la CNTE, integrada por feroces defensores de la ignorancia, para que su ocupara de la educación en dichos estados, lo cual hubiera implicado retrasar indefinidamente las manecillas del reloj de la historia.

 Los militantes de la coordinadora han asaltado gasolineras, bloqueado carreteras, robado el peaje en las casetas de cobro, han incendiado alcaldías y sedes de partidos políticos, han hechos destrozos en el DF, rapado y golpeado a maestros opositores a sus designios destructivos, se han negado a capacitarse, a evolucionar, a crecer, a ser mejores personas y maestros al grito de viva la muerte, cuando por debajo de estas posturas infames se esconde la putrefacción de ese gremio valuada por lo pronto en 132 millones de pesos…

¿Quién surge como aliado de la CNTE? López Obrador, otro troglodita, a quien nadie se atreve a contradecir dentro de la temible dictadura de su partido retardatario y populista. Votar por AMLO en el 2018 equivale a votar por la CNTE, feroz enemiga de lo mejor de México, nuestros hijos. Por esa razón, quien vote por López Obrador, estará votando en contra de la niñez mexicana, un atropello incalificable. ¿Qué calificativo se merece quien asista a la marcha convocada por AMLO para lograr la liberación de unos rufianes acusados de múltiples delitos, entre ellos arruinar la vida de millones de familias mexicanas?

Quien no esté con Nuño en esta causa tan noble, la más noble que se pueda abrazar, como es el futuro de nuestros hijos, también se hará acreedor a un calificativo ciertamente despreciable…

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