Con sombreros típicos y medallas al cuello regresaron a México los boxeadores Joselito Velázquez, Lindolfo Delgado y Juan Pablo Romero, motivados por haber conseguido en el último clasificatorio olímpico su pase a Río 2016, pero con la certeza de que acabar con 16 años sin podio olímpico en boxeo será un reto complejo.

“Gracias a la WSB, a la franquicia que se abrió en México, tuvimos la oportunidad de rozarnos con boxeadores de talla mundial al pelear seguido en la Serie Mundial, pero no se compara con Cuba o potencias de Latinoamérica, sin mencionar a los europeos”, admitió Velázquez, oro en los últimos dos Juegos Panamericanos (Guadalajara 2011 y Toronto 2015).

Los boxeadores recién calificados se unirán a Raúl Curiel, Elías Emigdio y Misael Rodríguez en el campamento en La Malinche, Tlaxcala, donde terminarán su preparación para Juegos Olímpicos. El reto para Velázquez, Delgado y Romero será mantener un alto nivel competitivo para llegar en buen ritmo dentro de cinco semanas en Juegos Olímpicos.

"Yo creo que nos conviene haber calificado cerca de los Juegos porque ya traemos ritmo de peleas, vamos a darlo todo en Río. Ahora sólo trabajaremos a ritmo de peleas”, señaló Romero.

“Yo lo tomo del lado positivo, vengo de hacer tres peleas firmes en Azerbaiyán, repetir tres peleas fuertes en Venezuela, me siento con ritmo, me siento encarrilado con esa fuerza, tomar esa motivación y la buena vibra de la gente. Me pongo a pensar que me he metido a los primeros tres de cada torneo importante, y no va a salir de mi mente hacerlo otra vez”, dijo Velázquez.