Ciudad de México. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró la sesión de este viernes con una baja de 0.09 por ciento, con lo que suma tres jornadas consecutivas de descensos, debido a la toma de utilidades que inició después de tocar máximos históricos.

Con cifras preliminares de cierre, el principal indicador accionario, el S&P/BMV IPC, perdió 43.76 enteros respecto al nivel previo, con lo que subió a 51 mil 213.60 unidades.

En Wall Street, los índices terminaron de forma mixta, donde el promedio industrial Dow Jones ganó 0.15 por ciento, pero el tecnológico Nasdaq mostró un descenso de 0.12 por ciento y el Standard and Poor's 500 retrocedió 0.13 por ciento.

Cautela de inversionistas repercute en el peso

El peso mexicano finalizó este viernes con una depreciación de 0.65 por ciento u 11.4 centavos, al cotizar en 17.77 pesos por dólar, ubicándose entre las pocas divisas que concluyeron con pérdidas semanales en la canasta de los principales cruces.

Al inicio de la semana, la moneda mexicana comenzó a perder terreno ante la cautela de los inversionistas, antes de que se diera a conocer la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y el crecimiento económico de Estados Unidos correspondiente al segundo trimestre.

A media semana, el comunicado de la Fed fue acomodaticio, al indicar que la inflación continúa en niveles bajos, lo cual permitió un respiro momentáneo del peso, al llevar el tipo de cambio hasta un mínimo en la semana de 17.55 pesos por dólar.

No obstante, durante las sesiones del jueves y viernes las ganancias del peso decayeron tras la publicación del crecimiento económico de Estados Unidos.

Durante el segundo trimestre, la economía de esa nación aumentó a una tasa anualizada de 2.6 por ciento, y mostró una recuperación comparándolo con el crecimiento del primer trimestre, cuando creció a una tasa de apenas 1.2 por ciento.

Asimismo, este viernes el Pentágono confirmó que Corea del Norte lanzó un misil balístico intercontinental, noticia que influyó en el tipo de cambio, llevándolo a un máximo de 17.84 pesos por dólar.

Ante este escenario, el dólar estadunidense se vendió hasta en 18.17 pesos, es decir ocho centavos más que el cierre previo, y se adquirió en un precio mínimo de 16.65 pesos en bancos de la Ciudad de México.