Bolivia y Ecuador son ejemplos alternativos

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Bolivia y Ecuador son ejemplos alternativos

No sin problemas, con aciertos y desaciertos, la República Pluricultural de Bolivia (11 millones de habitantes) y la República del Ecuador (15.3 millones de habitantes) son dos ejemplos alternativos de conducción de la economía con resultados aceptables y de los cuales se puede hacer un breve análisis comparativo respecto a nuestro país (123.5 millones de habitantes).

Con datos de la Comisión Económica para América Latina (ONU) en 2016 el crecimiento del Producto Interno Bruto de Bolivia fue 4.2 por ciento, Ecuador tuvo un decrecimiento de -1.5 y México crecimiento de 2.2 por ciento.  

En 2015 el PIB per cápita –o distribución del ingreso- en Bolivia fue de 3,073 dólares, Ecuador 6,205 dls. y México 9,213 dls.;  por otra parte el consumo privado respecto al PIB fue 69.3, 61.8 y 68.4 por ciento respectivamente; el consumo gubernamental 17.5, 14.4 y 12.5 por ciento del PIB, también respectivamente. 

También datos del 2015, la tasa de crecimiento de la formación bruta de capital –inversión en capital fijo- en Bolivia fue 26.9 por ciento, Ecuador 19.2 por ciento y ¡México 23 por ciento!  Cifras no tan diferentes, como los datos de variación anual de exportaciones-importaciones: Bolivia 30.9 y -36.9; Ecuador 20.7 y -23.7; y México 35.2 y -37.2.  

El desempleo en Bolivia se ubicó en 3.5 por ciento, Ecuador 5.4 y México en 4.2 por ciento; respecto a inflación el crecimiento fue 2.9, 3.4 y 3.7 por ciento respectivamente.

Así pues, las cifras económicas no son de gran diferencia entre los tres países, sólo que son resultado de dos modelos económicos diferentes, el de los dos países sudamericanos de orientación y regulación estatal de la economía –con empresas paraestatales estratégicas de gas natural y petróleo-, y modelo de libre mercado donde oferta y demanda determinan la dinámica económica. Es decir, que los resultados económicos positivos también se pueden obtener con un modelo alternativo al neoliberal.

Pero sí hay diferencias cuando la economía se refleja en cifras de índole social. Con datos del 2015, la población alfabetizada es similar, 98.8  por ciento promedio en los tres países. La matrícula en la educación primaria en Bolivia es 94.1 por ciento, en Ecuador 94.7 y México 95 por ciento  (alumnos por maestro 24, 24 y 27 respectivamente); en secundaria el asunto cambia ya que Bolivia cubre 75.7 por ciento, Ecuador 82.5 y México 67.4 por ciento (alumnos por maestro 18, 19 y 16 respectivamente).  

Pobreza: Bolivia 32.7 por ciento de la población, Ecuador 29.8 y ¡México 43 por ciento!, con indigencia de 16.8, 10.3 y 16.3 por ciento respectivamente. Población con agua potable y servicios sanitarios: Bolivia 70 por ciento, Ecuador 85.5 por ciento y México 90 por ciento. 

El gasto público en materia de salud es en Bolivia de 6.3 por ciento del PIB, en Ecuador 9.2  y México de 6.3 por ciento. La esperanza de vida en Bolivia y Ecuador es 77 años, en México es 72 años. 

Se podría argumentar que, dada la población, la problemática social es muy diferente en los tres países y por tanto la comparación no es viable, sin embargo por el nivel de PIB en América Latina Bolivia tiene el 0.5, Ecuador 1.6 y México ¡18.5 por ciento!, es decir que en nuestro país hay más riqueza para distribuir, sin embargo en resultados sociales es mayor el esfuerzo gubernamental soberano de los países sudamericanos referidos. 

México esté en un círculo vicioso de magro crecimiento económico, incremento inflacionario, reducción del salario real –mercado interno débil-, altas tasas de interés relativas, reducida inversión pública en infraestructura productiva, deuda federal en focos rojos, privatización de recursos naturales estratégicos, etc. El neoliberalismo ya no resultó. La República Bolivariana de Venezuela no debe ser referente negativo para rechazar cambios en nuestro país.  Bolivia y Ecuador son ejemplos de sensibilidad política y de alternativa soberana al neoliberalismo.

No sin problemas, con aciertos y desaciertos, la República Pluricultural de Bolivia (11 millones de habitantes) y la República del Ecuador (15.3 millones de habitantes) son dos ejemplos alternativos de conducción de la economía con resultados aceptables y de los cuales se puede hacer un breve análisis comparativo respecto a nuestro país (123.5 millones de habitantes).

Con datos de la Comisión Económica para América Latina (ONU) en 2016 el crecimiento del Producto Interno Bruto de Bolivia fue 4.2 por ciento, Ecuador tuvo un decrecimiento de -1.5 y México crecimiento de 2.2 por ciento.  

En 2015 el PIB per cápita –o distribución del ingreso- en Bolivia fue de 3,073 dólares, Ecuador 6,205 dls. y México 9,213 dls.;  por otra parte el consumo privado respecto al PIB fue 69.3, 61.8 y 68.4 por ciento respectivamente; el consumo gubernamental 17.5, 14.4 y 12.5 por ciento del PIB, también respectivamente. 

También datos del 2015, la tasa de crecimiento de la formación bruta de capital –inversión en capital fijo- en Bolivia fue 26.9 por ciento, Ecuador 19.2 por ciento y ¡México 23 por ciento!  Cifras no tan diferentes, como los datos de variación anual de exportaciones-importaciones: Bolivia 30.9 y -36.9; Ecuador 20.7 y -23.7; y México 35.2 y -37.2.  

El desempleo en Bolivia se ubicó en 3.5 por ciento, Ecuador 5.4 y México en 4.2 por ciento; respecto a inflación el crecimiento fue 2.9, 3.4 y 3.7 por ciento respectivamente.

Así pues, las cifras económicas no son de gran diferencia entre los tres países, sólo que son resultado de dos modelos económicos diferentes, el de los dos países sudamericanos de orientación y regulación estatal de la economía –con empresas paraestatales estratégicas de gas natural y petróleo-, y modelo de libre mercado donde oferta y demanda determinan la dinámica económica. Es decir, que los resultados económicos positivos también se pueden obtener con un modelo alternativo al neoliberal.

Pero sí hay diferencias cuando la economía se refleja en cifras de índole social. Con datos del 2015, la población alfabetizada es similar, 98.8  por ciento promedio en los tres países. La matrícula en la educación primaria en Bolivia es 94.1 por ciento, en Ecuador 94.7 y México 95 por ciento  (alumnos por maestro 24, 24 y 27 respectivamente); en secundaria el asunto cambia ya que Bolivia cubre 75.7 por ciento, Ecuador 82.5 y México 67.4 por ciento (alumnos por maestro 18, 19 y 16 respectivamente).  

Pobreza: Bolivia 32.7 por ciento de la población, Ecuador 29.8 y ¡México 43 por ciento!, con indigencia de 16.8, 10.3 y 16.3 por ciento respectivamente. Población con agua potable y servicios sanitarios: Bolivia 70 por ciento, Ecuador 85.5 por ciento y México 90 por ciento. 

El gasto público en materia de salud es en Bolivia de 6.3 por ciento del PIB, en Ecuador 9.2  y México de 6.3 por ciento. La esperanza de vida en Bolivia y Ecuador es 77 años, en México es 72 años. 

Se podría argumentar que, dada la población, la problemática social es muy diferente en los tres países y por tanto la comparación no es viable, sin embargo por el nivel de PIB en América Latina Bolivia tiene el 0.5, Ecuador 1.6 y México ¡18.5 por ciento!, es decir que en nuestro país hay más riqueza para distribuir, sin embargo en resultados sociales es mayor el esfuerzo gubernamental soberano de los países sudamericanos referidos. 

México esté en un círculo vicioso de magro crecimiento económico, incremento inflacionario, reducción del salario real –mercado interno débil-, altas tasas de interés relativas, reducida inversión pública en infraestructura productiva, deuda federal en focos rojos, privatización de recursos naturales estratégicos, etc. El neoliberalismo ya no resultó. La República Bolivariana de Venezuela no debe ser referente negativo para rechazar cambios en nuestro país.  Bolivia y Ecuador son ejemplos de sensibilidad política y de alternativa soberana al neoliberalismo.