CIUDAD DE MÉXICO.- Los accesos a las celebraciones litúrgicas que encabezará el papa Francisco en México estarán controlados a través de boletos entregados a quienes más asisten a misa.

El canónigo Ricardo Valenzuela, secretario ejecutivo para las celebraciones litúrgicas de la Visita Apostólica del papa Francisco, explicó que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) repartirá las entradas a las diócesis correspondientes.

“Cada obispo tendrá en mente cómo distribuirá (los boletos) por parroquias, por movimientos, por grupos.

“La idea es que pudiera (estar) la gente que participa más en la comunidad, no es que sea un elemento discriminatorio, pero, evidentemente, quien más va a misa, quien más participa, podría decirse que tendría mayor posibilidad de estar en alguna de estas celebraciones, como resulta lógico”, explicó Valenzuela en conferencia de prensa.

Agregó que aún no están definidas las fechas para la distribución de entradas.

SÓLO DEVOTOS VERÁN AL PAPA

Quienes más acudan a misa tendrán mayores probabilidades de obtener un lugar en alguna de las celebraciones litúrgicas que oficiará en México el papa Francisco, durante su visita, del 12 al 17 de febrero próximo.

Al anunciar que el acceso a los magnos eventos estará controlado por medio de boletos que repartirá la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a las diócesis correspondientes, el canónigo Ricardo Valenzuela, secretario ejecutivo para las celebraciones litúrgicas de la visita apostólica del papa Francisco a México, aclaró que todavía no hay fecha para repartir las entradas, pues todavía falta trabajo de logística.

El presbítero, quien coordinó los trabajos de las dos últimas visitas de Juan Pablo II y la de Benedicto XVI en lo que refiere a las celebraciones litúrgicas, precisó que, aunque cada obispo diocesano definirá sus criterios para repartir los boletos, habrá prioridades.

“Ya cada obispo tendrá en mente el cómo distribuirá por parroquias: por movimientos, por grupos. La idea es que pudiera ser una participación de la gente que participa más en la comunidad, no es que sea un elemento discriminatorio pero, evidentemente, quien más va a misa, quien más participa, podría decirse que tendría mayor posibilidad de estar en alguna de estas celebraciones, como resulta lógico”, señaló en conferencia de prensa organizada por el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana.

Aunque Protección Civil y el Estado Mayor Presidencial (EMP) decidirán la cifra de gente que cada lugar puede recibir para la misa, se habla de más de un millón de personas en estos actos.

Los pases de acceso —que tendrán elementos de seguridad avalados por el EMP— serán repartidos entre la Arquidiócesis Primada de México (en la capital), la diócesis de Tlalnepantla (Estado de México), Arquidiócesis de Tuxtla (Chiapas), Arquidiócesis de Morelia (Michoacán) y a la Arquidiócesis de Chihuahua.

“La CEM también entregará boletos a las demás diócesis, sobre todo las que están cercanas a éstas”, agregó.

El especialista en liturgia adelantó que, al momento, se prevé que cuando menos ocho mil personas puedan presenciar la misa al interior de la Basílica de Guadalupe y 30 mil más en la Plaza Marina; en tanto, en la misa en San Cristóbal de las Casas, en las instalaciones del centro deportivo municipal, accedan más de 300 mil creyentes.

Para la misa multitudinaria en Ecatepec, en la zona El Caracol, se considera abrir espacio a 250 mil feligreses. En esa celebración, el 14 de febrero, participarán tres mil sacerdotes de toda la provincia de Tlalnepantla, más las tres diócesis restantes del Estado de México.

—¿Cómo se evitará que se lucre con los boletos?

“Todo puede pasar, el mexicano es creativo. Yo no he visto en las visitas pasadas que alguien haya lucrado con los boletos: se han oído rumores pero en la realidad no he visto nada de esto… en este sentido ha habido mucha responsabilidad de los párrocos al entregar el boletaje, pero si alguien vende un boleto, que Dios lo perdone”, contestó.