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‘BoJack Horseman’, Temporada 5 Intimidad expuesta
Calificación: 10 de 10
La pregunta de moda en estos tiempos: ¿alguna serie o película para ver en Netflix? Tenemos tantas opciones de entretenimiento audiovisual que, parados en medio del caos, con gente gritándonos para vendernos un nuevo producto, clamamos un poco de ayuda. El tiempo también se nos va de las manos y no podemos perderlo con cualquier cosa, necesitamos de la recomendación para saber justo a dónde mirar. Hay más opciones, pero hoy no tener Netflix es como no tener un refrigerador. Es lo que abrimos si se nos antoja algo, aunque no sepamos qué. Abrimos la puerta y nos quedamos observando los productos, sin idea, perdidos, esperando que nuestro estómago hable y nos diga qué quiere.
Pues bien, aunque ya van cinco temporadas, ahí les va una recomendación certera y exacta para satisfacer casi cualquier paladar: es divertida, profunda, inteligente y hasta arriesgada. Estoy hablando de “BoJack Horseman”, que con su quinta temporada nos presenta nuevos horizontes del caballo alcohólico-depresivo más famoso de “Hollywoo”.
Si no la han visto, la historia cuenta sobre un mundo en el que animales y humanos conviven como si fueran todos seres pensantes que razonan, sienten e incluso pueden aparearse entre sí. Específicamente estamos en “Hollywoo”, la “d” se perdió por ahí en algún episodio. Fama, películas, celebridades y personas que aunque lo tienen todo, en el fondo están tan desorientadas como el resto de los mortales. El protagonista es BoJack (Will Arnett), un caballo que fue famoso en los 90 por participar en un popular sitcom. Ahora, sin embargo, es una estrella con serios problemas psicológicos que busca salir adelante, lidiando con su propia imagen y su triste pasado familiar. En esta quinta temporada, se encuentra trabajando en una serie llamada “Philbert” y aunque ha logrado bajarle al alcohol en el fondo yacen sus mismos problemas. Junto a él se encuentra Diane Nguyen (Alison Brie) y su romance con Mr. Peanutbutter (Paul F. Tompkins), quienes deberían o no estar juntos en medio de un mundo superficial en el que cuesta trabajo encontrarse a uno mismo.
Quisiera hacer esta crítica para ganarle nuevos adeptos a “BoJack Horseman”, ya que me parece una serie extraordinaria y quien la haya visto hasta este punto ya lo sabe. Los que no, deberán ver desde el día uno para poder llegar a disfrutar la dulce y satisfactoria joya que es su quinta entrega. Evitaré spoilers, no se preocupen. ¿Por qué deberían comenzar a ver esta serie si ya van cinco temporadas? ¿No es mejor ver “Made In Mexico”, el nuevo programa de moda de Netflix del que todos hablan? ¡No! Por lo que más quiera, no lo haga. Preste su atención quizá a la única serie original de Netflix, de la época en que nacieron las primeras como “House of Cards” o “Orange is The New Black”, que a la fecha mantiene su calidad e incluso la ha mejorado. Sí, Netflix, lanza series nuevas como loco cada segundo en todo el mundo, pero, seamos honestos, ya es más cantidad que calidad. Esta serie animada no es “Los Simpsons” pero es mil veces mejor que la nueva serie de creador de ellos, “(Des) Encanto”, también de esta plataforma de streaming.
La serie se ha dedicado a hundir a BoJack y a nosotros con él. A mostrarnos qué tan bajo puede caer una persona (o caballo, aquí no importa). No es un personaje agradable, todos sus defectos están magnificados: es adicto a cualquier sustancia que lo saque de la realidad, es cruel hasta con sus amistades, egoísta y casi completamente incapaz de llevar una relación sentimental sin arruinarla. Es el espejo cruel en el que muchos podemos reflejarnos y aunque pudiera parecer desagradable es para el espectador un viaje de introspección como lo es para el protagonista. Su cinismo es similar al de Rick Sánchez de “Rick and Morty”, pero mucho más mundano e inocente y por ello guarda destellos de esperanza. Mientras Rick puede saber lo mala persona que es, no le importa; por su parte, BoJack lo asume y en el fondo está triste por eso y desea cambiar. En cinco temporadas ha pasado por muchas cosas y uno creería que ya no puede irle peor. ¿Logrará poner en orden su vida en algún momento?
Esa pregunta debieron hacérsela los escritores de la quinta temporada. No se trata nada más de ir viendo cómo un personaje se deteriora junto con su entorno, ¿cuál es el objetivo? Salvar a BoJack es responder grandes incógnitas de la humanidad y es aquí donde la serie es sumamente inteligente. Es escritura cruda y honesta, pero muy bien pensada. Estos dibujos animados están conscientes de que le hablan a un público humano con sus propias ambiciones y deseos, los cuales proyectan en cada uno de los personajes que aparecen. La quinta temporada busca jugar con esta idea desde el primer episodio: “esta va a ser una temporada sensacional”, dice un personaje, refiriéndose a “Philbert”. El set de grabación es igual al departamento de BoJack y conforme avanza, la realidad y la ficción se van cruzando. Este siempre ha sido el eje central, la sátira y burla de lo que ocurre en el mundo real llevada a los extremos de este mundo absurdo. En la última temporada, las acusaciones de acoso, por ejemplo. La narración se utiliza para cuestionar cosas de afuera. Contar cosas para ejemplificar otras, sacar lecciones de ahí, tal vez.
Decir y exponer es importante para analizar, sacar todo para verlo bien, de manera detenida y pensar. “BoJack” hace esto desde siempre, pero no sólo con temas sociales, sino personales. Su quinta temporada no sólo vuelve sobre ello, sino que juega con la propia narración para lograrlo. El episodio “Free Churro” es un extraordinario logro para la historia de la televisión (así de ese nivel), un “stand up” de comedia y un monólogo personal. Otro es contado por personas casi ajenas al show, quienes cambian los nombres y aspecto de los personajes en su imaginación. Otro se cuenta a través de cuatro fiestas de Halloween de diferentes años, ilustrando las relaciones sentimentales de uno de los personajes. La forma de contar las cosas es importante y esta temporada lo entiende. Es enfocada y deja casi sus tramas secundarias un poco de lado. Los tres personajes que mencioné en la sinopsis son quienes llevan el mando. Por cierto, ¿ya dije que es muy divertida? Ya no sé qué más puedo decirle para que deje de ver “Made In México” y se ponga a ver algo que en verdad valga la pena. Justo a la mano en el refrigerador, vaya y tómelo.
El Dato
Creador: Raphael Bob-Waksberg.
Productora: Netflix
Voces: Will Arnett, Amy Sedaris, Alison Brie, Paul F. Tompkins, Aaron Paul, Rami Malek, Stephanie Beatriz, Hong Chau.
Género: Animación.
Temporada: 5
Episodios: 12