Por: Karla Guadarrama
Fotos: Omar Saucedo

En un intento por impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte, reducir la contaminación y fomentar la unión familiar, además del ejercicio que implica, la administración municipal pasada construyó la Ciclovía, espacio exclusivo para los amantes de viajar en bicicleta, pero…

La inversión superior a los 15 millones de pesos está olvidada: Vados, semáforos sin funcionar y tramos completamente inexistentes es lo que a su paso encuentran los pocos ciclistas que se atreven a transitar por esta vía; según el último estudio realizado actualmente el 80 por ciento del espacio para ciclistas es pésimo.

Dicen los conocedores que por la Ciclovía ocurren más de mil 200 movimientos al mes, sobre este espacio es más común que se respire testosterona. Sobre su asfalto circulan estudiantes y trabajadores, aunque las mujeres que aprovechan la vía son contadas.

Fue en agosto de 2011 cuando Jericó Abramo Masso, entonces Alcalde, inauguró la primera Ciclovía en Saltillo. Junto a su equipo de trabajo e invitados recorrió el tramo conocido como Oriente-Poniente. A través de dos vías ciclistas se tuvo la intención de abarcar toda la ciudad, apoyando a ciudadanos que hacían uso de la bicicleta como medio de transporte.

Cinco años después, en la administración de Isidro López Villarreal, el Instituto Municipal de Planeación ha emitido tres recomendaciones al Ayuntamiento buscando reactivar esta vía de movilidad urbana (Reporte de la Infraestructura Ciclista de la Ciudad de Saltillo Coahuila, Noviembre 2015; Guía de recomendaciones para mejora del segmento de Ciclovía “Centro de  Gobierno –Distribuidor Vial ‘El Sarape’” Septiembre 2015 y Reporte del Estado Actual de la Ciclovía Marzo 2016), pero el proyecto de la Ciclovía está en el aire. Desarrollo Urbano señala a la Secretaría de Salud Municipal y ellos repiten la fórmula.

Al menos hasta octubre de 2016 en el Municipio no existe un área que se encargue del tema de movilidad urbana, está segmentado y se puede encontrar por partes en Desarrollo Urbano, Subdirección de Policía y Obras Públicas.

La construcción de la Ciclovía fue un esfuerzo por incrementar la cultura del ciclismo, aunque no de la mejor forma. La administración 2010-2013 se enfocó en crear una vía troncal invirtiendo 15 millones de pesos en material como pintura, bloques de neopreno, semáforos y cicloestaciones

La vía ciclista si bien conecta al norte con el sur y el oriente con el poniente tiene un radio de acción limitado provocando que usuarios asiduos de la bicicleta como medio de transporte no la utilicen.

El proyecto desde su raíz pudo ser improvisado, de acuerdo con un estudio realizado por especialistas en la ciudad. “Pareciera que se instaló donde existía el espacio y no necesariamente donde era más útil para lo ciclistas… es complicado definir su ruta porque no existe una ruta visible en continuidad”, señala el ‘Reporte de la Infraestructura Ciclista de la Ciudad de Saltillo, Coahuila” publicado por el Implan en noviembre de 2015.

Ciclovía 'defectuosa' 21 puntos de alto riesgo

El día de la inauguración de la Ciclovía (23 de agosto de 2011), el Alcalde invitó a que se utilizara la bicicleta como medio de transporte resaltando en ese entonces que 9 mil 470 personas utilizaban este medio de transporte. 

Además de la trayectoria se enfatizó en la nula noción acerca del espacio como parte de la inercia en los movimientos del ciclista, el ancho recomendado de acuerdo con la infraestructura para ciclistas es de 1.20 metros pero en algunas áreas de la vía en Saltillo no se respeta alcanzado los 70 cm de ancho, como es el trayecto del Distribuidor Vial hacia el Mercado de Abastos.

De acuerdo con el INEGI y un estudio realizado por el Implan, se tiene el registro de 11 mil 173 viajes en bicicleta en Saltillo, de los cuáles únicamente 2 mil 100 de ellos pasan por la Ciclovía, es decir, casi un tercio.

A través del estudio se determinó que las vías son utilizadas y atractivas en un radio de 400 metros en cada lado de la vía. Los más de 40 kilómetros de la Ciclovía abarcan al 22 por ciento del área urbana de la ciudad.

La efectividad de la ruta es más evidente si se toma en cuenta que de los 798 mil 42 saltillenses registrados ante el INEGI sólo 150 mil tienen de cerca esta vía de transporte.

 “No podemos esperar que mucha gente pueda utilizar la bicicleta como medio de transporte si no tenemos la infraestructura adecuada para que puedan ser utilizadas con seguridad”, confesó el doctor  Alejandro Dávila, representante del Colectivo Rueda Limpio y uno de los primeros en utilizar la Ciclovía.

Dávila pedaleó 14 kilómetros en su triciclo junto al Alcalde y su equipo, ese 22 de agosto juntos salieron desde el Centro de Gobierno hasta el cruce de calzada Madero y LEA.

El panorama es completamente diferente al de hace 5 años. Al día de hoy de los 26 semáforos,15 no funciona; la Ciclovía cuenta con 21 zonas de alto riesgo tomando en cuenta las pendientes y la ausencia del tramo.

Actualmente la Ciclovía se encuentra en tan mal estado que el mismo trayecto pedaleado por autoridades el día de su inauguración, equivale al mismo tramo deficiente o desaparecido del confinamiento; los 35 minutos que tardaron en recorrer la vía los habrían pasado entre baches, esquivando vehículos y pujando por la elevación en las pendientes.

Si a la mala planeación del proyecto inicial se le suma la falta de atención por parte de la administración actual el resultado es lo que observamos todos los días: confinamientos a punto de desaparecer con pocos usuarios.

“La administración municipal actual no ha estado a la altura de las circunstancias, ha abandonado el mantenimiento adecuado de la estructura ciclista y ha olvidado la idea de seguir con un desarrollo más amplio para las vías ciclistas”, declaró el doctor Dávila, ferviente defensor de los derechos de los ciclistas.

Coahuila cuenta con una ley promulgada por Rubén Moreira en 2014: La Ley de Movilidad Sustentable, por lo cual el Colectivo Rueda Limpio presentó una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Coahuila acusando al Estado y Municipio de violentar los derechos de los ciclistas al no actuar para poner en marcha más desarrollo de vías ciclistas, movilidad sustentable y mantenimiento de las vías existentes.

La administración actual ha recibido tres reportes por parte del Implan donde se sugieren las mejoras para las vías ciclistas. Únicamente el coordinador de Extensión de los Servicios de Salud, el ingeniero Miguel Ángel Moncada lleva a cabo una labor cercana a la movilidad de la Ciclovía.

Las cicloestaciones

Como parte del proyecto de las Cicloestaciones se ofrecen credenciales de un peso por un servicio de todo el año para usuarios que deseen utilizar una de las 250 bicicletas disponibles. “A lo largo de la administración se han expedido más de 4 mil credenciales”, declaró el ingeniero, pero su labor sólo se limita a este servicio, el mantenimiento de la Ciclovía está en el aire; de acuerdo con Moncada, le corresponde a Desarrollo Urbano y en este departamento aseguran que la tarea es de Miguel Ángel Moncada.

Mientras en Municipio no se ponen de acuerdo sobre el cuidado de la vía, las recomendaciones se acumulan y ciudadanos tampoco ayudan.

A pesar de que existen multas por parte del Departamento de Tránsito, cada día es más común ver la invasión de la vía para ciclistas o vehículos estacionados sobre ella. 

La multa por conducir parcial o totalmente un auto sobre la Ciclovía es de 3 mil 516 pesos mientras que estacionarse sobre el camino le puede costar 2 mil 812 pesos o 30 salarios mínimos, pero los castigos impartidos por policías brillan por su ausencia.

La actividad económica ligada a negocios vinculados con bicicletas en la ciudad deja en evidencia el interés de los ciudadanos por este medio sustentable, tal como lo concluye el estudio del Implan.

“La ciudad posee un gran potencial ciclista que actualmente está limitado por la existencia de pocos kilómetros de vías ciclistas”, es aquí cuando retumba el dicho de un cicilista reconocido internacionalmente: “Constrúyelas y los ciclistas vendrán”.