Boeing anunció que firmó un contrato de 1,600 millones de dólares con la Armada estadounidense para producir once aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon, que se utilizan en las misiones de recolección de información, vigilancia, reconocimiento y búsqueda y rescate.

En un comunicado, el fabricante aeronáutico detalló que nueve de esos aviones se incorporarán al parque de la Armada estadounidense, con la que tiene 128 bajo contrato en total, y dos a la Real Fuerza Aérea Australiana, socio colaborador del programa conjunto P-8A, con la que tiene 14.

“El P-8A sigue siendo un recurso muy importante y estos aviones adicionales ayudarán a brindar mayor capacidad de patrulla marítima y reconocimiento a la flota", dijo el capitán Eric Gardner, gerente de programa de la Oficina del Programa de Patrulla Marítima y Reconocimiento de la Marina de los EU. 

Se trata de un derivado militar del avión Boeing 737 Next-Generation con capacidad para detectar y rastrear submarinos, y combina "el sistema de armamento más avanzado del mundo con las ventajas en cuanto a costes del avión comercial más popular de todos", indicó la empresa.

La división de Defensa, Espacio y Seguridad de Boeing ha sido uno de los salvavidas de la firma en el complicado último ejercicio, marcado por la crisis del coronavirus y la de los accidentes con el modelo 737 MAX, ya que le ha aportado estabilidad mientras la demanda de viajes estaba paralizada.

Según sus resultados más recientes, en el año 2020 Boeing tuvo unas pérdidas récord de 11,873 millones con una facturación de más de 58,000 millones, de los cuales más de 26,000 correspondieron al área de defensa, donde cuenta con contratos gubernamentales.