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BMW 640i xDrive GT, la combinación perfecta para ocio y negocios
Con este automóvil en el garaje la primera pregunta que se hace uno es por qué hay que desconectar del trabajo si uno dispone de herramientas tan placenteras como el 640i GT probado por Efe.
El GT es la carrocería Gran Turismo de la Serie 6 de BMW, que está integrada por el Gran Coupé y el Cabrio.
Esta carrocería GT le habilita para viajar en las plazas traseras de una forma muy cómoda o para ponerse al volante y disfrutar de un vehículo con connotaciones claramente deportivas.
Aunque BMW asegura en su publicidad que es un automóvil difícil de definir, la verdad es que, una vez que se prueba, también es difícil resistirse a él.
Más aún si se trata de la versión probada, la 640i, que monta un motor de gasolina de 2.998 c.c. y seis cilindros en línea, cuya potencia es de 250 kW (340 CV) entre 5.000 y 6.600 rpm.
El par máximo del propulsor es de 450 Nm entre 1.380 y 5.200 rpm; la aceleración máxima de 250 km/h; la aceleración de 0 a 100 km/h de 5,3 segundos; y el consumo mixto homologado de 8,2 litros/100 km (en la prueba realizada ha sido de 10,4 litros).
Tiene un sonido característico, que denota la potencia que hay debajo del capó. Su comportamiento es como el del doctor Jekill y Mr Hyde. Con él se puede practicar una conducción placentera y relajada sabiendo que, ante el menor imprevisto, se dispone de una potencia más que de sobra para salir de cualquier apuro.
Esto es claramente apreciable cuando se sale a carretera. Si es secundaria los adelantamientos no representan ningún problema, si es autopista habrá que mirar más de lo habitual al velocímetro para evitar superar los límites de velocidad.
Es tal la seguridad que transmite este BMW que la sensación es que se circula a una velocidad mucho menor de la que marca el velocímetro.
Sucede lo mismo cuando llegan las curvas. Aunque su longitud (cinco metros) no es la más apropiada para hacer giros cerrados, su comportamiento es de primera por su chasis y por la suspensión deportiva M, que equipa la unidad que protagoniza esta prueba.
Las casi dos toneladas que pesa (1.910 kilos) no se notan en los pasos rápidos por curva y, salir de ellas acelerando buscando la siguiente, es adictivo.
Con el equipo de frenos M las distancias se hacen cortas, aunque el coche vaya más rápido de lo habitual, y la fatiga está controlada.
El motor 640i está vinculado a una transmisión automática deportiva de ocho velocidades. Como opcional, y mejor aliado para todo tipo de conducción está la tracción total xDrive.
Para el mayor disfrute de este Serie 6 equipa de fábrica modos de conducción (Sport, Comfort y Eco Pro) que actúan sobre la aceleración, la respuesta de la transmisión, la amortiguación y la dirección. En todos sus ajustes informa bien de lo que sucede.
Todo esto hace que su comportamiento en recta todavía sea mejor que en curva por una amortiguación que filtra todo a la perfección.
En cualquiera de sus plazas se viaja con amplitud. La del conductor invita a no dejar nunca el volante a nadie, ni al chófer que pudiera transportarnos desde casa a la oficina o viceversa.
El puesto de conducción está orientado al conductor para que éste saque todo el partido posible a la variada y sofisticada tecnología que monta esta berlina coupé.
El cuadro de instrumentos digital, la amplia pantalla central flotante (en la que pueden contemplarse varios menús a la vez, como la navegación, el tiempo o la radio....) y el “head-up display” a color evitan que la vista tenga que retirarse de la carretera.
El empleo de materiales nobles y plásticos acolchados en el interior hace que las primeras sensaciones que perciban los ocupantes sean las de calidad y sofisticación.
También las de disponer de varias zonas y espacio para dejar los pequeños útiles que transporten, como pueden ser un móvil o unas gafas.
Detrás, el espacio está más indicado para dos personas que para tres, aunque el túnel central no es muy intrusivo y permite a una tercera acomodarse.
Al maletero (de 610 litros y sin espacio para una rueda de emergencia) se accede a través de un portón (de accionamiento eléctrico) con una boca ancha y situada a una buena altura que facilita la colocación de bultos sin tener que adoptar posturas forzadas.
Por lo que respecta al diseño exterior, los cristales sin molduras y la línea descendente del techo le dan ese toque deportivo al Serie 6 GT, que, con el pack deportivo M, llama la atención.
El frontal es poderoso debido a un capó largo y en caída que contrasta con la amplia rejilla delantera y los faros alargados.
Se le nota más musculoso que un Serie 5 y con una mirada cercana al buque insignia de la marca BMW: el Serie 7.
En la trasera es donde más se le nota que no se trata de una berlina "ad hoc".
La salida de escape doble y hexagonal, el amplio portón elevado, que a su vez "tira" hacia arriba de la placa de la matrícula y de los faros, y una luneta trasera estrecha aportan empaque al Serie 6 GT.