Bienvenido el nuevo año

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Bienvenido el nuevo año

El Premio Nobel de la Paz Lech Walesa fundó y dirigió el movimiento político-sindical polaco llamado Solidaridad, que contribuyó en buena medida a la caída del comunismo en Europa. El encarcelamiento del líder sindicalista y la prohibición a su mujer de visitarlo fueron la inspiración para la composición de la canción “New Year’s Day”, según lo declarado por Bono, líder de la banda irlandesa U2. Ahora, sin reparar en su contenido político, la referida canción es una de las más tocadas en estas fechas. Sí, mamá, “El Año Viejo”, con su pegajosa tonada inmortalizada por Tony Camargo en 1953, también lo es. 

Se acabó el 2016 y nos dejó a su paso acontecimientos que seguramente significarán un parteaguas en la historia. Donald Trump en tan sólo 16 días rendirá protesta como Presidente de los Estados Unidos. El sistema del Colegio Electoral norteamericano le dio el triunfo en los comicios, aunque no obtuvo la mayoría de los votos. El magnate que durante su campaña propuso levantar un muro fronterizo para evitar el ingreso de más mexicanos a su país, ahora amenaza vía Twitter a General Motors con imponer gravámenes extraordinarios por la importación de los automóviles fabricados en el complejo Ramos Arizpe, perteneciente a esa firma automotriz. Seguramente, la turbulencia económica mundial se agravará una vez que el republicano inicie su administración, y China jugará un papel fundamental como fiel de la balanza.

Murió Fidel Castro Ruz, dictador para unos, revolucionario para otros. El comandante Castro, de quien Gabriel García Márquez escribió: “tres horas son para él un buen promedio de una conversación ordinaria. Y de tres horas en tres horas los días se le pasan como soplos”, dejó como legado el ideario nacional de la Revolución, que constituye el pilar de un socialismo solidario. Ahora habrá que ver en qué termina la historia del “deshielo” de la relación entre Cuba y los Estados Unidos, que dio inicio ya entrado el ocaso del que fuera el último sobreviviente de la Guerra Fría.

Las canciones de Juan Gabriel se escucharon en cada rincón. Durante 2016, el llamado “El Divo de Juárez” dejó de existir, provocando la conmoción de no pocos seguidores. Pero el hecho de que escucháramos el “Noa Noa” casi hasta el hartazgo no fue la única consecuencia de su partida. El repentino fallecimiento del compositor y cantante michoacano dejó entrever el mejor ejemplo de la doble moral mexicana. Miles abarrotaron el Palacio de Bellas Artes para dar al artista el último adiós en un merecido homenaje. Días después, también miles salían a las calles en diferentes entidades para protestar contra el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Para entonces, la iniciativa propuesta por el presidente Peña se encontraba en la congeladora. Poco tiempo después fue votada y rechazada por los legisladores federales.

En el año que se fue hubo Olimpiadas, con una desastrosa participación de la Delegación Mexicana; ah, pero eso sí, ante la falta de medallas, los encabezados de los medios daban cuenta que el titular de la Conade se había hecho acompañar a Río por su novia, quien además lució los mismos atuendos que los reservados a los atletas mexicanos. Vino a México el Papa Francisco, lo que para muchos significó un gran acontecimiento; se agravó el conflicto magisterial en rechazo a la Reforma Educativa; se anunció (y se cumplió) el aumento al precio de la gasolina, y el billete verde alcanzó su máximo histórico frente al peso. 

Aquí en confianza, es tiempo de darle la bienvenida al 2017, un año que representará grandes retos y desafíos. Tres entidades, una de ellas Coahuila, tendrán procesos electorales. Acá se renovará la gubernatura, las alcaldías y las diputaciones locales. Mientras eso ocurre, habrá de alcanzarse la meta histórica de creación de 150 mil nuevos empleos en un sexenio; aumentará la matrícula en las nuevas universidades, lo que permitirá elevar el nivel de escolaridad de la entidad; se consolidarán las reformas en materia de transparencia que nos permitirán colocarnos como punteros en los indicadores relativos al tema; seguiremos siendo un Estado referente nacional en protección y promoción de los derechos humanos y libertades; se concluirán y entregarán obras indispensables para el desarrollo, y se dejarán sentir los beneficios por la eliminación total de la tenencia.

En este nuevo año, merece la pena programarnos en positivo, y aplicar la regla que en lo personal aprendí del extraordinario cantautor uruguayo Jorge Drexler: “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da. Nada es más simple, no hay otra norma: nada se pierde, todo se transforma”.