Beto y el cambio climático

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Beto y el cambio climático

Ilustración: Vanguardia/Esmirna Barrera

Hay quienes nos hemos atrevido en algún momento de nuestra vida a participar en concursos académicos o extraacadémicos. Los certámenes más socorridos siempre son los no académicos y se presentan en nuestra niñez y juventud.

Recuerdo los certámenes de poesía, de canto o de oratoria. Siempre había grandes contendientes aunque probablemente los más talentosos nunca participaban.

En la actualidad las cosas han cambiado y los temas para una competencia no académica tienen mayores alcances.

La Comisión de Cambio Climático de la Cámara de Diputados Federales y ONU Medio Ambiente México convocaron a niños y jóvenes para participar en el primer concurso nacional de fotografía “Cambio climático y contaminación”.

¿Cómo, a través de una fotografía, captar la problemática que entraña el cambio climático?

Dolores Barrientos, coordinadora en México de ONU Medio Ambiente, me comunicó con alegría que el ganador en la categoría infantil había sido el niño Alberto Martínez Garza, habitante del depredado y contaminado municipio de Santa Catarina, Nuevo León.

La fotografía la tomó Alberto, de sólo nueve años de edad, en La Huasteca, situada precisamente en Santa Catarina y que es un santuario natural de gran belleza resultante del momento en que la superficie terrestre se plegó al surgir el Océano Atlántico. 

La Huasteca también es un lugar sagrado para la población originaria huichol, para ellos allí se encuentra el origen del universo.

Desde el punto de vista de la belleza escénica, las paredes casi blancas y verticales de este lugar son verdaderamente impactantes para propios y extraños. Sin embargo, no existe un correcto manejo ambiental de la zona en donde ejidatarios, autoridades municipales y personas con negros intereses mantienen en vilo su territorio.

Muchos políticos y aprendices de la política deberían ver a través de los ojos de los niños y con la presencia de ellos lo que les está preocupando"

Por eso el que Beto haya tomado como modelo a su pequeña hermana Alexa, sentada con actitud de desolación, sobre la superficie de La Huasteca en medio de basura en un momento de gran frío para tomar una serie de cuatro fotografías, pone a nivel nacional la problemática del cambio climático como marco un sitio tan emblemático.

No es una novedad que los municipios de Santa Catarina y García más aún que San Pedro Garza García y Escobedo reciban actualmente los aires más contaminados en el otrora hermoso Valle de Extremadura que dejó perplejos a los colonizadores europeos a finales del Siglo 165, pero ahora con su atmósfera contaminada propician enfermedades.

El poder de una fotografía para la concienciación planetaria puede ser inmenso si leemos lo que está detrás de su imagen como en el caso de las fotografías de Beto.

Muchos políticos y aprendices de la política deberían ver a través de los ojos de los niños y con la presencia de ellos lo que les está preocupando.

Hay fotografías en las que aparecen infantes que han sensibilizado a la humanidad como la que se tomó en 1972 durante la guerra de Vietnam, en la que aparece la imagen de una niña desnuda huyendo angustiada de un incendio provocado por un bombardeo; o la que se tomó en 1993 a un niño desnutrido en Sudán acechado por un buitre que espera su muerte.

El cambio climático es una realidad, seamos parte de la solución de sus causas.