La gran duda que tiene todo negocio cuando quiere expandirse, es saber cómo hacerlo, ante ello se encuentran tres grandes opciones que me gustaría desglosar:

a) Agregar sucursales: La ventaja principal de tener sucursales es que las utilidades se quedan en casa, las utilidades crecen y todos son felices aunque existe el inconveniente de que toda la inversión económica corre por cuenta de la empresa, el reto es saber si la empresa cuenta con el suficiente soporte económico para poder soportar tanto la gran inversión, como también, afrontar el periodo inicial el cual, seguramente tendrá números rojos en un principio.

Por otra parte, la gran desventaja que se tiene al agregar sucursales es el factor humano, sobre todo si estamos hablando de otras ciudades, el problema que nos representa el factor humano es la supervisión de los empleados, la lealtad no existe sobre todo si hablamos que existen muchos kilómetros que separen a los directivos y las tiendas, para poder operar exitosamente una sucursal se debe tener una gran inversión en sistemas y métodos de control, esto es realmente caro y además, se debe contar con la lealtad y trabajo incansable de algunos colaboradores para evitar que todo sean pérdidas.

b) Otorgar distribuciones:  En esta modalidad, el crecimiento es más sencillo, la empresa matriz otorga distribuciones acompañados de cierto conocimiento del negocio y de pronto, se tienen ventas en diferentes partes del País, todo esto acompañado de una buena campaña publicitaria y con el beneficio de no tener que invertir en infraestructura y salarios, sin embargo, el gran problema es la lealtad, cuando un distribuidor comienza a vender con éxito un producto, de pronto tiene interés en obtener mayores utilidades, por este motivo, comienza a buscar productos similares que le brindarán mayores utilidades, por lo cual, de la noche a la mañana el distribuidor cambia de proveedor y el negocio para la empresa matriz ahí se acaba.

c) Vender franquicias: Bajo el sistema de franquicias, se hace un licenciamiento para la explotación de una marca, bajo métodos y procedimientos previamente preestablecidos, con la ventaja para la empresa franquiciante que además de no tener que invertir en infraestructura o en salarios, también tiene dos beneficios importantes: Por una parte, la empresa franquiciante, tiene el beneficio de cobrar por adelantado, una cantidad de beneficios que recibe de la persona que se integrará al sistema de franquicias, por otra parte, también existe el beneficio de que toda la relación se rige por un contrato que de alguna forma, hace obligatoria la lealtad del inversionista, ésto para beneficio tanto del franquiciante como también del franquiciatario.

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