Bendice a mascotas el padre de San Esteban

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Bendice a mascotas el padre de San Esteban

Misa. Como cada año, el templo de San Esteban abrió sus puertas para la bendición de las mascotas. JESÚS PEÑA
Entre las mascotas predominaron los serenos french poodle y escandalosos chihuahuas, vestidos con sus atavíos más elegantes, suéter calientito, para ser rociados con el agua bendita

Este año por lo de la pandemia llegaron pocos, pero llegaron y el padre Mario Carrillo Palacios pudo celebrar la tradicional misa de bendición de mascotas en el templo de San Esteban.

Al filo del mediodía el templo abrió sus puertas para recibir algunos canes con sus dueños que, desde hace 16 años, acuden a esta singular homilía para honrar a San Antonio Abad, “Patrono y protector de los animales domésticos”.

Acto que, dicho se paso, se realizó con todas las medidas que dicta el protocolo sanitario de la sana distancia, toma de temperatura y aplicación de ge antibacterial.

“Este año queremos pedir a Dios, por intercesión de San Antonio Abad, que bendiga a todos los animales domésticos, aunque hoy somos más pocos, es un año diferente”, dijo el padre Mario.

Y envió desde el altar de esta parroquia la bendición a todos los animales que se quedaron en casa, “para que Dios los bendiga a ellos y a sus dueños”.

Entre las mascotas predominaron los serenos french poodle y escandalosos chihuahuas, vestidos con sus atavíos más elegantes, suéter calientito, para ser rociados con el agua bendita por un año más de salud y felicidad.

“Por mediación de San Antonio Abad, el gran protector de los animales, que tanto amor tuvo por esas criaturas, te ruego, Dios, que no los abandones nunca, concédeles salud, para que no sufran ni padezcan, que no estén tristes, que no les falten las fuerzas, que no sientan dolor, ni se sientan solos, que siempre tengan a alguien a su lado que los cuide con amor.

Que vivan felices y sanos, que tengan todo lo necesario según tu deseo. Cuídalos que no les falte alimento, que siempre tengan amor y respeto”.

El párroco de San Esteban aprovechó para rogar también por los animales abandonados y los que son maltratados, a fin de que en sus dueños haya conciencia, amor y protección.

Y no olvidó a los animales que están extraviados y enfermos. “Para que recobren su salud y sigan conviviendo con nosotros.

Te lo pedimos por intercesión de San Antonio Abad…”.

ES UNA FIESTA

La fiesta de San Antonio Abad se celebró el pasado domingo 17 de enero, pero para evitar aglomeraciones, el párroco decidió que la misa solmene de la bendición de mascotas se llevara a cabo ayer 18.

Durante el sermón, proclamado entre ladridos y más ladridos, el padre Mario Carrillo destacó el valor de los animales domésticos como diversión, compañía, protección y ayuda, en caso de enfermedades.

“Y por eso debemos protegerlos, pedimos a Dios que las personas tomen conciencia y cuiden y no maltraten a los animales, que comprendan que son seres vivos que dependen de nosotros y han llegado a ser parte de las familias, una compañía muy apreciada para muchos”.

San Antonio Abad nació, aproximadamente en el año 300, después de Cristo, siendo hijo de una familia pudiente, decidió renunciar a su riqueza para vivir como un ermitaño.

“Hacía penitencia, vivía alejado del mundo: oración, soledad, contemplación de Dios. Dicen que comía nada más un pedazo de pan con agua.

Él luchó mucho contra el demonio que le ponía mujeres desnudas, poder, más sin embargo, logró salir adelante”, narró el padre Carrillo.

Cierto día que San Antonio andaba en los campos vio a una jabalina que tenía unas crías de jabalos ciegos, a los que San Antonio les devolvió la vista y en agradecimiento la jabalina permaneció junto a él, siempre, para protegerlo de los animales salvajes. “La jabalina andaba así, como andan los perros, la jabalina siempre estuvo con él”, relató Carrillo Palacios.

De ahí que San Antonio fue elevado protector y patrono de los animales domésticos. “Este día vamos a hacer la bendición de estas mascotas y vamos a pedir a Dios por ellas, Dios las proteja”.

Al final el padre Mario pronunció una oración y esparció el agua bendita sobre las mascotas y sus dueños. “Padre creador de todas las cosas, hoy queremos pedir tu misericordia y compasión por estas mascotas nuestras y también por las que no pudieron traer sus dueños… ”.