Para Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante en Saltillo, la estación migratoria a donde fueron trasladados los 114 migrantes rescatados en un operativo en Galeana, Nuevo León, no cuenta con la capacidad para albergar a todos los extranjeros, pues solo tiene cupo para 60 personas. 

Según el activista y defensor de los derechos de los migrantes, la estación migratoria recibía  —antes del Plan Frontera sur— entre 30 y 60 personas como máximo. Sin embargo, tras intensificarse los operativos no está preparada, ni tiene la capacidad ni las condiciones para cuidar y proteger a más de 100 personas. 

“Es diferente a un albergue para migrantes, pues la gente viene, pide apoyo y si no hay camas los acostamos en colchonetas porque ellos están solicitando un apoyo. En este caso (de la estación migratoria), cuando son detenidas las personas son responsabilidad del Estado”, aclaró. 

Según los recorridos que realiza cada lunes el director de la Casa del Migrante en la Estación Migratoria, existe un control sobre la alimentación, sufren malos tratos y el suministro de agua es insuficiente. 

“Los migrantes deben esperar hasta cuatro horas para recibir un vaso de agua, los baños de la estación migratoria tampoco tienen agua, por lo que la gente tiene que convivir con los excrementos de sus compañeros por más de tres días; la gente está durmiendo en los baños, en los pasillos, porque no alcanzan las camas donde están las personas detenidas”, explica. 

Xicoténcatl acusa que México tiene un doble discurso, pues por un lado aborda una ley de víctimas y por otro los migrantes son tratados como personas que no deberían tener derechos: 

“Con esto me refiero a que el tráfico de personas es un delito y al parecer esas personas fueron traficadas, por consecuencia son víctimas del delito y deberían ser tratadas como tal. A ellos no se debe encerrar, por mucho que en el discurso les llamen alojados o digan que los rescataron, a final de cuentas los detuvieron y los tienen privados de la libertad en una cárcel migratoria”, reprochó.