El momento que la realeza británica estaba esperando ha llegado. Ayer el Palacio de Buckingham anunció que la duquesa de Sussex, Meghan Markle de 37 años, y el príncipe Harry de Inglaterra, de 34, nieto de la reina Isabel II y sexto en la línea de sucesión al trono británico, esperan su primer hijo.

La noticia llegó a través de un comunicado de la casa real británica conocida como Kensington Palace, la residencia oficial de los duques, quienes adelantaron que el bebé nacerá “en la primavera de 2019”. “Sus altezas reales aprecian todo el apoyo que han recibido alrededor de todo el mundo desde su boda en mayo y están encantados de compartir las buenas noticias con todos”, asegura el mensaje.

Actualmente los duques se encuentran en Sídney, Australia, donde acaban de llegar para realizar su primer viaje oficial, que durará 16 días. El pasado viernes, 12 de octubre, se les pudo ver en la boda de Eugenia de York, prima del novio, en el castillo de Windsor. En aquel evento Markle lucía un abrigo azul amplio que levantó las sospechas de un embarazo, pero sin trascender. 

Según los periodistas que cubren la gira por Australia, la pareja le dio la noticia al resto de la familia real británica el viernes, durante el enlace. Poniendo así punto final a las especulaciones desatadas cada vez que Meghan vestía ropa que indujera a pensar que disimulaba un posible embarazo. A pesar de las escasas posibilidades de llegar al trono que tienen sus descendientes –incluso teniendo en cuenta los giros de última hora con los que ha sorprendido la Casa de los Windsor a los británicos en las últimas décadas– sigue latente el debate sobre la edad de la duquesa y la necesidad de acelerar la descendencia.

Un portavoz anunció que no habrá cambios durante el programa de la visita, en la que la pareja pasará por Fiji y Tonga, a pesar de las advertencias de riesgo moderado de zika en la zona, una enfermedad que puede afectar a las mujeres embarazadas.

LA LÍNEA DE SUCESIÓN

El hijo de los duques de Sussex será el séptimo en la línea de sucesión al trono británico después del príncipe Carlos, el príncipe William, el príncipe George, la princesa Charlotte, el príncipe Louis y el príncipe Harry. Además, será el primero de la pareja y el cuarto nieto para el príncipe Carlos, el primero para Doria Ragland, el primer sobrino del príncipe William y, en definitiva, el bebé real más esperado de los últimos años.

Sin embargo, el bebé que viene en camino podría no ser considerado como príncipe ni princesa. De acuerdo con los libros de historia, en 1917 y Jorge V estableció una ley en la que se decidió que, en estos casos, acceder a este grado real debe ser firmado por la reina. Todo esto para reducir los títulos al círculo más cerrado de la familia y, además, ordenar un poco la línea sucesoria al trono. En este caso, la reina Isabel II deberá firmar las “cartas patentes”, las cuales ya firmó en el caso de la Duquesa de Cambridge, Kate Middleton.

SIN NOTICIAS DE LOS MARKLE

La familia de Megan se ha convertido en un tema muy complicado para la casa real, pues desde el enlace de la feliz pareja en mayo, solo ha habido rumores sobre los distanciamientos y peleas entre sus hermanos y su padre. Hasta el momento el Palacio no comentó sobre si Thomas Markle, el padre de la duquesa ha sido notificado del embarazo. El exiluminador de cine sigue distanciado de su hija.

Por otra parte, la madre de Markle, Doria Ragland, emitió un comunicado en el que asegura que está “muy contenta de estas preciosas noticias”.
el Palacio de Buckingham anunció que los duques de Sussex se convertirán en padres en la primavera de 2019; el bebé será el séptimo en la línea de sucesión

INICIAN LAS APUESTAS

Según la casa de apuestas Fitzdares, si el bebé de Meghan Markle y el príncipe Harry es niño el nombre favorito es Alexander por 2/1; si es niña el favorito es Alice pagando 5/2.

En tanto, Ladbrokes tiene otros favoritos. Para ellos Diana está en primer lugar pagando 12 a 1. En su lista se llegan a encontrar nombres como Theresa, Boris y Joffrey.

”En este momento, Diana, Arthur y Alice  están a la cabeza. Sin embargo, mientras pasen los meses las probabilidades se reducirán, cambiarán y otros nombres aparecerán al frente de la lista”, indicó Katie Baylis de la casa de apuestas Betfair.

¿DOBLE NACIONALIDAD?

El príncipe Harry es británico y Meghan Markle es una ciudadana estadounidense, nacida y criada en Los Ángeles, California. 

El bebé de Meghan y Harry será ciudadano británico, ya que nacerá en el Reino Unido, de acuerdo al plan. Pero, ¿el próximo integrante de la familia real tendrá doble ciudadanía?

Devyani Prabhat, doctora e investigadora en migración, ciudadanía y nacionalidad en la Facultad de Derecho de la Universidad de Bristol dijo: “El bebé real tendrá derecho a la ciudadanía británica y estadounidense, ya que ambos países proporcionan la transmisión de la ciudadanía a través de enlaces de sangre al menos durante dos generaciones. Ambos países permiten la doble nacionalidad de sus ciudadanos”.

GRAN HERENCIA

Hace seis años, cuando Megan era una actriz televisiva, se dio el capricho de comprar un reloj de Cartier -el Tank Française- como regalo para sí misma, valoradO en más de cinco mil dólares.

”Cuando descubrí que habían renovado ‘Suits’, decidí tirar la casa por la ventana y comprar el reloj. Hice que grabaran la frase: ‘De M.M. para M.M.’ en la parte de atrás de él y espero poder pasárselo a mi hija algún día. Eso es lo que da verdadero valor a ese tipo de joyas, el significado que tienen para ti”, explicó a la revista Hello! en 2015.

¡YA LO IMAGINAN!

De acuerdo con información de The Sun, el especialista en genética Evgeniy Lilin dio su predicción sobre la apariencia del bebé que está en camino.

El pequeño, que nacerá en la primavera del 2019, podría heredar el tono de piel de su mamá y el cabello rojizo de su padre.

“Los genes de la piel obscura dominarán sobre la piel blanca… Por otro lado, el príncipe Harry tiene el pelo rojo intenso, que también es un gen raro y poderoso, y que se espera que se transmita”, indicó el científico al medio citado.

Evgeniy Lilin señaló que hay una gran posibilidad de que el primer hijo de los duques de Sussex tenga la apariencia de “un tipo africano”.